Con el lanzamiento de Star Wars: Visions, la franquicia sumó un nuevo programa a su catálogo y nos hace cuestionar si es realmente necesario que sigan sacando películas.
Nadie puede cuestionar el impacto cultural de Star Wars, sus trilogías han influencado a, como mínimo, tres generaciones, pero los proyectos que realizaron para la pantalla chica son gran parte del éxito de franquicia.
Desde Star Wars: The Clone Wars hasta Visions, el nivel de las series ha sido fantástico, incluso Ewoks y Droids son buenas, aunque han quedado en el olvido. The Bad Batch, The Mandalorian, Rebels y Resistance se han encargado de rellenar algunos huecos de la historia, presentar personajes nuevos y explorar la enorme galaxia.
Star Wars usa las series para mantener la franquicia fresca, pero al mismo tiempo avanzar la historia. Dave Filoni se ha encargado de explorar otros rincones de la galaxia, pero también respetar el tono y el ritmo del material original.
El último caso de éxito es Visions que reunió a los mejores creadores de animé para proporcionar una perspetiva cultural diversa con distintas animaciones, estilos, paletas de colores e historias alredor de la galaxia. No obstante, lo mejor del show es que no es canon, es decir que nos podemos separar del universo y no preocuparnos por las consecuencias.
Ver historias de Star Wars con un formato anime es fantástico, pero esta no es la única vez que la franquicia triunfa en la pantalla chica. Este mismo año lanzaron The Bad Batch, una aventura familiar increíble, y en 2019 salieron con The Mandalorian, un producto sensacional que inmediatamente elevó a Disney+.
Estos tres programas se sumaron a los ya clásicos Rebels y The Clone Wars, que incluso inspiraron a The Mandalorian y The Bad Batch. Puede que el alcance de las series sea menor que el de las películas, pero la calidad es superior.
Es verdad que las series tienen más horas para desarrollar sus historias, y que no empiezan de cero, sino que utilizan el material del cine como puntapié incial, pero la realidad es que la diferencia es bastante grande en cuanto a la consistencia de las tramas.
La primera trilogía del cine fue genial (a pesar de algunas inconsistencias), pero la segunda fue brutalmente criticada y la tercera empezó bien, pero luego no pudo estar a la altura. A esto le sumamos los spin-offs: la espectacular Rogue One y Solo, que no tuvo tanta suerte.
¿Entonces si comparamos las historias, qué producto es mejor? Las películas tienen un mayor impacto, son un fenómeno es sí mismo y ciertamente tienen un atractivo inigualable; pero las series son más coherentes, más fáciles de disfrutar.
Disney debería aprovechar lo bien que se lleva Star Wars con la pantlla chica y seguir produciendo series como Visions y The Bad Batch. Para la próxima trilogía tenemos tiempo,
