6 cortos entrañables que invitan a pensar en la diversidad
El mundo es un lugar inmenso. Es más, cada día que pasa, nos damos cuenta de cuán grande es este planeta que habitamos y cuán distintos somos todos aquellos y aquellas que existimos en él. Sin embargo, no todos tenemos las mismas posibilidades ni todos estamos representados de igual manera en la cultura mainstream, más precisamente, en el cine y la televisión. Sobre eso pone el ojo Launchpad, el estreno de Disney+ que nos invita a pensar en la diversidad y que intenta darle voz a aquellos que no suelen tenerla.
Con seis cortos de acción real de no más de veinte minutos, Launchpad, que debutó este 28 de Mayo, nos muestra diferentes realidades de la mano de seis realizadores diferentes, todos unidos bajo el concepto de “descubrimiento”.
¿Cómo será festejar por primera vez el Eid como inmigrante pakistaní en suelo estadounidense? ¿Cómo puede cambiar la vida solitaria de una mujer mexico-americana con la aparición de una criatura legendaria? ¿Qué tan difícil puede ser la adolescencia si, además de venir de otra cultura, también tienes una mitad vampiro? Todas estas son preguntas que aparecen en los cortos de Launchpad, que, con ternura, nos llevan a navegar por historias diferentes, que abren ventanas a mundos hasta ahora poco vistos en la pantalla.
La vida de Ameena, una pequeña niña de Pakistán que descubre que ahora que vive en Estados Unidos ya no tiene los feriados correspondientes al Eid, el fin del Ramadán, es uno de esos mundos que se retratan en Launchpad, a través del corto de Aqsa Altaf, titulado Eid Estadounidense. Y es el primero de varios: mexicanos-estadounidenses, inmigrantes chinos, jóvenes adolescentes que tienen que hacer las paces con su identidad u otras que deben procesar sus duelos son los y las protagonistas de Launchpad.
La propuesta de Disney+ es más que interesante: no solo cada uno de los cortos que integran esta primera temporada de Launchpad representa a una cultura o a una minoría diferente, sino que, entre episodios, exploramos diferentes problemáticas a través de géneros y estéticas distintas, como el realismo mágico de El último Chupacabras, con marionetas que cobran vida y una criatura mítica que viene a curar la soledad de la protagonista o el género fantástico de Cuando crecen los colmillos, corto en el que Val, una adolescente mexicano-estadounidense, debe hacer las paces con su mitad vampiro.
Launchpad surge, como decía anteriormente de la necesidad de darle un espacio a minorías que no suelen ser representadas en la pantalla. Para ello, Disney seleccionó de entre más de mil cortos presentados, todos dirigidos por miembros de estas comunidades sub-representadas, para conformar su primera temporada bajo este tópico del “descubrimiento”
La idea funciona: estos directores recién llegados logran, en escasos minutos, no solo conmover, sino también contar historias entretenidas, visualmente bellas, con personajes que no necesitan demasiado para convertirse en favoritos.
El mundo es un lugar inmenso, es cierto, por eso se celebra cuando, desde la comodidad de nuestras casas, podemos empezar a visualizar cuán ricas y diferentes somos las personas que habitamos en él. Para eso, Launchpad es ideal: nos da el puntapié inicial para empezar a mirar y a darle espacio al otro para que se exprese y nos comparta su visión del mundo.