El pasado 1de Abril regresó Legends of Tomorrow, la serie que forma parte del Arrowverse pero que, definitivamente, está haciendo un esfuerzo enorme por despegarse. No podemos culparla: sus hermanas no están de buenas, con temporadas tediosas y llenas de drama tienen gusto a caducas.
Legends of Tomorrow, sin embargo, supo reinventarse lo suficiente como para salir airosa de esta mala racha. En la cuarta temporada, de la que se estrenó la segunda parte con el episodio titulado Lucha de Apuestas, las Leyendas se unieron con Constantine, dándole a la serie un tinte mágico que antes no tenía.
Legends of Tomorrow está constantemente mutando. No solo la incorporación de Constantine modificó la serie, sino también la presencia mucho más central del Time Bureau, con su directora Sharpe, su cómico Gary, la extrañísima Mona y Hank Heywood como el funcionario encargado de financiar las actividades para que preservar la historia sea factible.
Además, el grupo de las Leyendas también se ha modificado: Rip Hunter ya no está, luego de sacrificarse para darle una chance de triunfar a su equipo contra Mallus, Amaya tampoco y Nate ha pasado a tener un trabajo de escritorio.Tal vez en Amaya esté el otro gran cambio de la serie, porque la actriz que la interpretaba, Maisie Richardson-Sellers, interpreta ahora a Charlie, un shapeshifter que quedó atascado con la forma de la antigua pasajera de la Waverider. Los personajes no solo hablan diferente (Amaya utilizaba un inglés norteamericano, mientras Charlie es británica, como Richardson-Sellers), sino que su dinámica dentro del grupo es otra. Charlie es fresca, punk, no se atiene a las reglas y combina muy bien con Constantine.
Todas estas modificaciones le dan la posibilidad a esta serie del Arrowverse de mantenerse entretenida, ágil y divertida, de no volverse redundante y de no agotar a los personajes como sí está sucediendo, sobre todo, en Arrowy The Flash.
La cuarta temporada ha terminado de perfilarse con Lucha de Apuestas: por un lado, tendremos la problemática de las criaturas mágicas, que las Leyendas están tratando de recuperar luego de haber abierto el portal para vencer a Mallus y que el Time Bureau parece tener intenciones de explotar y volver armas. Por el otro, el gran villano, ese que ahora luce como Desmond, la ex pareja de John Constantine, está ahí, al acecho. ¿Quién es esa entidad maligna? Todavía no lo sabemos. Pero parece perfilarse como el gran malo a vencer.
En Lucha de Apuestas, el episodio que ese estrenó el pasado 1 de abril, se profundizó el drama de las criaturas mágicas de la mano de Konane, el hombre lobo que tanto afecto le tenía a Mona, develando las crueles intenciones de Hank Heywood para todos los que forman parte de las Leyendas. Nate, en una asociación con Zari (que esperamos que no dure, porque nadie quiere ver a Nate con Zari), se puso en pie de guerra para revelar los secretos de su padre. Esto, además, sacudió el romance de Sara y Ava, defendiendo la última las intenciones oscuras del Time Bureau.
Como si esto fuera poco, el final del episodio nos deja con la novedad de que Mona es una mujer lobo. ¿Siempre lo fue o se debe a que Konane la había atacado en el pasado? Seguramente las Leyendas deberán protegerla para que no caiga en las manos de Hank y los suyos.
El retorno de Legends of Tomorrow sirve para constatar el gran momento que atraviesa la serie: continúa demostrando que sabe cómo contar historias intrigantes sin abusar del drama y con altas dosis de humor ridículo y personajes bizarros, pero entrañables.