Antes que House of Cards, Stranger Things y todos la seguidilla de exitosas producciones del Gigante de Streaming, existió Lilyhammer. La primera serie original de Netflix fue una comedia negra y no como cualquiera, sino una gran producción ambientada en los fríos y esplendorosos paisajes del pueblo noruego del cual lleva el nombre. Esta comedia estrenada en 2012 contaba el exilio de un mafioso italoamericano que decidía entregar la data necesaria al FBI para encarcelar a un capo de la mafia llamado Aldo Delucci. A cambio, la agencia gubernamental le ofrecía comenzar una nueva vida con una identidad falsa en el lugar que quisiera.
Pero el verdadero broche de oro de la serie no estaba ni la fotografía ni en las historias criminales. El alma de la ficción era su protagonista. Por supuesto, quien otro mejor para personificar a un ocurrente mafioso que el actor y músico Steven Van Zandt, conocido por todo el público seriéfilo por haber interpretado al recordado Silvio Dante en Los Soprano.
Van Zandt es el peligroso Frank Tagliano, quien una vez instalado en Lilyhammer adopta el nombre de Giovanni “Johnny” Henriksen. Aunque Frank acepta ingresar al programa de protección de testigos dispuesto a comenzar de cero, no bastará mucho tiempo para que termine dándole rienda suelta a sus talentos como extorsionador y lavador de dinero. Junto a sus torpes compañeros del curso para conseguir empleo, decide comprar el deprimente bar del pueblo y usar todas sus estrategias delictivas para convertir este club nocturno en un futuro Las Vegas.
Los toques más humorísticos de la serie están relacionados con la dificultad de Frank para adaptarse a la cultura nórdica. Desde el más puro pragmatismo y sin comprender ni una palabra de lo que dicen sus interlocutores locales, el gánster neoyorquino intenta resolver todos los problemas a través de las amenazas, el soborno y el ajuste de cuentas. A pesar de tener unos cuantos ladrones de guante blanco y algún que otro grupo delictivo no muy experimentado, Lilyhammer no está acostumbrado al tipo de corrupción de las grandes ciudades y Frank debe usar toda su astucia para intentar salir airoso de los conflictos que se le presentan a diario.
El choque cultural no es lo único a lo que debe enfrentarse Frank, cuando un inocente policía local-que en sus ratos libres imita a Elvis– comienza a sospechar de que este inmigrante posee un pasado delictivo. Aunque el sheriff Geir “Elvis” Tvedt no cuenta con muchas aptitudes para la investigación, logra convencer a su jefa, Laila Hovland, de que su vecino “Giovanni”esconde algo extraño.
La parte humana de Frank también tiene lugar en esta historia a partir de su vertiginoso romance con Sigrid Haugli, una madre soltera que conoce en el tren de camino a Lilyhammer. El protagonista logra forjar también una tierna relación con el pequeño hijo de Sigrid, a quien ingenuamente le da unos terribles consejos sobre como defenderse del bullying de sus compañeros.
La música de Lilyhammer resulta un aspecto bastante peculiar, dado que se encuentra supervisada y compuesta por el mismo Van Zandt. Recordemos que el actor es también guitarrista y forma parte de la banda de Bruce Springsteen desde la década de los ‘70.
Excéntrica, dinámica y humorística, la primera ficción de Netflix explotó al máximo el talento de Van Zandt, recurriendo también a referencias abiertas del exitoso programa de HBO del cual formó parte.Lilyhammer fue cancelada luego de tres temporadas, pero indudablemente aquella serie marcó un antes y un después para esta notable plataforma que sigue produciendo proyectos cada vez más ambiciosos.
