Lo bueno y lo malo de La Última Carta de Amor, la nueva película romántica de Netflix
Una historia de amor con Felicity Jones, Shailene Woodley y Callum Turner, ambientada en la década de los 60 –en algunas partes– y un soundtrack que incluye a Doris Troy. ¿Qué podría salir mal?
Oh, no…
The Last Letter From Your Lover (La Última Carta de Amor) es la nueva película original de Netflix que nos cuenta dos historias románticas ambientadas en el presente y el pasado. En el presente, Ellie Haworth (Felicity Jones), es una periodista que descubre una valiosa colección de cartas secretas de 1965 y decide investigar el romance prohibido que contienen. Vale recalcar también que ella es una persona cerrada al amor. Del pasado conocemos la historia de Jennifer Stirling (Shailene Woodley), esposa de un rico empresario, y Anthony O’Hare (Callum Turner), los protagonistas del amor prohibido.
La premisa ya parecía atractiva. Era interesante ver los paralelismos entre dos parejas con medio siglo de diferencia. Es aquí que sentimos que la película comete su primer fallo: a la mitad de la película (o antes), ya nos encontramos con una trama más que predecible ya que ambas historias de amor siguen la misma fórmula de molde y hasta se vuelve aburrida de ver. ¡Y tenían dos épocas distintas por explorar! Pero bueno, hay que empezar con lo positivo…
Lo bueno
Nos gustaría decir que la química entre los actores, pero solo se siente en la pareja conformada por Shailene Woodley y Callum Turner, aunque fue muy poca. Después de todo sí hay algo que conecta a las dos relaciones de la película: todos han tenido malas experiencias. Es curioso, y bonito, que ambas comparten escenas bailando en un bar de acuerdo a su época, baile que los lleva a un momento más íntimo todavía.
El soundtrack es increíble. La película cumple con un requisito indispensable para una buena cinta romántica cuando se trata de tener canciones para recordar.
Sin dudas, los mejores momentos de la película están en la época ambientada en 1965: los diferentes escenarios, el diseño de vestuario a cargo de Anna Robbins y, por supuesto, las actuaciones de Woodley y Turner. Hacía falta más de ellos.
Lo malo
Nos ahorramos muchas palabras si decimos que lo peor de la película es su guion. Vamos y venimos en el tiempo a medida en que se desarrollan las relaciones; esto le da ritmo a la película –o debería–, pero se siente un estancamiento cuando regresábamos al personaje de Felicity Jones: no se enfocan lo suficiente en entender por qué su vida amorosa es trágica y se limitan a ponerlo en un diálogo con Nabhaan Rizwan, con el que no sentí ningún tipo de química. No pude comprender qué era lo que unía a sus personajes, me gusta pensar que ninguno quería admitir que anhelaban amar y ser amados.
Lo peor es el final ya que no pude conectar con el momento clave, el reencuentro. No se siente ningún tipo de emoción viendo la escena más esperada de esta película romántica.
En resumen
The Last Letter From Your Lover (La Última Carta de Amor) no es la mejor película que expone el poder del amor a través de cartas románticas, pero tampoco es el desastre que se pensaba cuando se termina de verla. Escribir esto nos hizo reflexionar y entender lo valioso de la película: la nostalgia de un mundo que dejó atrás las cartas de amor y las cambió por un simple mensaje de WhatsApp. Hoy día eso es lo mejor que se puede esperar, tristemente, como lo explica el personaje de Felicity Jones.