Los 15 momentos que más te harán llorar de las películas de Pixar

Pixar ha construido un imperio no solo con grandes historias y personajes memorables, sino también con momentos que nos hacen llorar como pocas otras películas. Desde sus comienzos en 1995, con la primera película de Toy Story, han surgido escenas tan memorables como desgarradoras. Por eso, nos propusimos detallar cuáles fueron las 15 más terribles y difíciles de ver. Las verdaderas dagas en el corazón que nos estrujan por completo…

El comienzo de Up es una de las secuencias más conmovedoras de Pixar. En pocos minutos nos cuentan toda la vida de Carl y Ellie, mostrando su amor, sus sueños y las pérdidas que enfrentan juntos. El montaje, casi sin diálogos, deja en claro lo difícil que puede ser perder al amor de nuestras vidas, y que con él se pierdan nuestros sueños.

Cuando presentaron a Jessie, todos la pensamos como la contracara de Woody y nada más. Claro, a la hora de revelar su pasado y cómo llegó a ser quien fue, nos comimos un cachetazo en la cara. Con su inolvidable Cuando alguien me amaba, Jessie se encarga de contarnos cómo fue abandonada por su dueña.

La desaparición de Bing Bong en Intensa-Mente simboliza el fin de la infancia. Como el amigo imaginario de Riley, Bing Bong sacrifica su existencia para que ella pueda seguir adelante. Claro, a diferencia de Riley que solo lo atraviesa como un paso más en su crecimiento, nosotros como espectadores lo vemos de manera literal…

Nadie pensaba que Toy Story 4 iba a poder alcanzar la vara de la tercera. Sin embargo, la película cumplió. Y encima nos “regaló” esa escena en la que Woody toma la difícil decisión de quedarse con Bo Peep, dejando atrás a Buzz y al resto de sus amigos.

Ese final de Coco es terrible. Cuando Miguel la canta a Mamá Coco, vemos cómo revive los recuerdos de su padre, y es un momento que inevitablemente nos hace llorar. A quién no le ha tocado despedirse de un ser querido, aceptar el paso del tiempo…

Monsters, Inc. tuvo la mala suerte de estrenarse al mismo tiempo que Shrek. Por eso no se quedó con un Oscar. Pero momentos como la despedida de Sulley y Boo al final de la película la hicieron un clásico. Sulley tiene que llevar a Boo a su mundo y cerrar la puerta que los conectaba, para siempre. Qué duras son las despedidas.

Después de arriesgar su vida para salvar a la humanidad, WALL·E queda gravemente dañado y parece haber perdido todos sus recuerdos cuando EVE intenta repararlo. Por un momento, parece que el WALL·E que conocimos y amamos ha desaparecido para siempre…

La pérdida del padre de Arlo es un momento devastador que define el resto de la película. No sé si a la altura de El Rey León y Mufasa, pero cuando una inundación arrastra a este dinosaurio que intenta salvar a su hijo, es imposible no lagrimear.

Estamos todos de acuerdo en que esta tuvo que ser la película que cerrara la saga. Sobre todo por ese momento en que Andy decide regalar sus juguetes y despedirse de Woody, Buzz y los demás, sabiendo que ha crecido y debe dejarlos atrás para empezar su vida en la universidad.

El amor entre Ember y Wade queda en jaque cuando una inundación amenaza con destruir la ciudad de Ember. Pero, con tal de salvarla, Wade no lo duda y elige sacrificarse. Un momento en el que lo vemos evaporarse con un nudo en la garganta.

Fue la secuencia de la polémica (insólita). Buzz queda atrapado en una misión y para colmo pierde décadas de su vida en el planeta en el que están varados sus amigos. Cada viaje que hace le roba años a sus amigos y seres queridos, y cuando finalmente regresa, descubre que su mejor amiga ha envejecido y fallecido.

¿Cómo nos van a poner una escena en la que entendemos que los juguetes pueden morir? Es una de las secuencias más tensas y emotivas de la saga, cuando los juguetes se encuentran en una cinta transportadora que los lleva hacia un incinerador. Agotados y sin esperanza de escapar, se toman de las manos y aceptan su destino… hasta que son salvados en el último segundo.

Una de las películas que fue castigada por la pandemia y pasó bastante desapercibida. Aquí, los hermanos Ian y Barley logran, tras una larga aventura, tener la oportunidad de reencontrarse con su padre fallecido, pero solo por unos breves momentos. Pero Ian entiende que su hermano Barley ha sido la figura paterna que siempre necesitó y por eso le cede ese momento de intimidad a Barley.

Nada más difícil que aceptar la realidad. Si no, pregúntenle a Buzz Lightyear y cómo fue atravesar esa dolorosa verdad al descubrir que no es un verdadero guardián espacial, sino solo un juguete. ¿Faltaba algo más? Sí, dejarlo caer desde un primer piso y hacer que pierda tanto su brazo como sus ganas de seguir adelante.

La relación entre Mei y su madre Ming llega a un punto crítico cuando ambas, transformadas en pandas gigantes, se enfrentan en una lucha que destroza la ciudad. Hasta que finalmente llegan a ese plano astral donde aprenden a convivir y aceptar el legado familiar que las ha definido y formado.