Estamos esperando con ansias que empiece la segunda parte de esta tan debatida séptima temporada de The Walking Dead. ¿Y qué mejor manera de no comernos las uñas que recordando los mejores momentos de cada uno de los personajes que más queremos?
Empecemos con un peso pesado: Michonne.
6 Su entrada a la serie
Salvar a Andrea y comenzar (¿seguir?) su camino a la salvación, tanto suya como de la humanidad. Siempre con seriedad, Michonne se vuelve parte fundamental de la serie desde el minuto 0 de su relación con los sobrevivientes.
5 Jugar, jugar, jugar
No tanto con Judith, sí mucho con Carl: Michonne demuestra que detrás de esa falta de sonrisa se esconde un ser que acepta al apocalipsis como es y no pierde las esperanzas.
4 Abandonando la lucha por un futuro mejor
Cuando cuelga la katana todos con nuestra mejor cara de asombro. Pensamos que empezaba una nueva era… pero, ¡HOLA NEGAN! y chau a todo.
3 Flasback tremendo
Lo que tiene de genial The Walking Dead, más allá de lo que los haters digan, es que deja mucho por pensar, asociar y debatir a los fans. Y una de esas cosas fue el momento en el que se muestra a Michonne con su familia, incluida su descendencia. Vemos a otra Michonne, la que es refinada, la que sonríe y se alegra, la ternura total más allá de la segunda parte de ese recuerdo que es TENEBROSO.
2 Adiós Gobernador, no vuelva pronto
Establecerse como un miembro más, ser parte total y fundamental del grupo: eso significó atravesar al Gobernador y salvar a Rick.
1 Richonne
Sí, ese beso, ese dormir acompañados, AL FIN. Ambos se lo debían por las tensiones vividas, pero sin dudas ella, la que terminó decidiendo el desembarco en Alexandria, merecía volver a creer en eso que es tan efímero en The Walking Dead llamado amor.