Los 7 episodios que nos deslumbraron de la tercera temporada

El año pasó volando y con él nuestras series favoritas. Así es como después de tanta espera (26 años), Twin Peaks llegó al final y sólo nos queda recordarla (y seguir analizándola). Más allá de la historia en sí, volver a tener a Lynch dirigiendo su propia obra junto a Frost con todas las libertades, nos hizo ser testigos de un acontecimiento único en la televisión. Hubo momentos que nos emocionaron, como volver a ver a prácticamente todos los personajes tiempo después. También, ver a todos los actores invitados.

Cada episodio nos impacta de alguna manera, lo que hizo muy difícil esta selección, pero aquí les dejamos los siete episodios que nos parecieron más increíbles de esta tercera temporada.

¿Por qué es uno de los favoritos? Es que nuevamente vemos a Laura Palmer en pantalla, la misma escena que hace veinticinco años atrás, donde nos anunciaba que nos volveríamos a ver. Este primer episodio nos trae la mística de Twin Peaks nuevamente. Además, ya se plantea que la temporada se desarrollará en tres escenarios geográficos: Buckhorn (Dakota del Sur), Nueva York y Twin Peaks.

También, nuestra sospecha se confirma y nos enteramos de que Cooper pasó estos 25 años encerrado en The Red Room, mientras su doppelgänger estuvo haciendo de las suyas y, además, se presentaron nuevos interrogantes. Si quieres leer todo lo que pasó en el episodio, aquí tienes el recap.

Sin dudas, uno de los mejores y más increíbles episodios no sólo de la serie, sino que hasta podemos decir de la televisión. David Lynch lo hizo nuevamente y nos regaló uno de los episodios más cinematográficos de la temporada y más surrealistas.

Pruebas nucleares, el origen de Bob, de Laura y nuevas pistas para lo que vendrá. Una visión de cómo ciertos eventos catastróficos sirven de grieta para la creación de nuevos males. Un episodio que nos hizo erizar la piel, y comenzar a temer cuando alguien nos pida fuego (aquí el recap).

Poco a poco elementos de nuestra realidad se hacen presentes en el relato de la serie. Entre los muchos acontecimientos que hacen que éste sea uno de los mejores episodios de la temporada, podemos nombrar uno particularmente: el sueño de Gordon Cole donde Monica Bellucci (sí, como ella misma) le dice algo clave: Somos como el soñador que sueña y luego vive dentro del sueño.

Esto es algo que será importante para el camino que resta recorrer en la tercera temporada. También, otro hecho es que, por unos minutos, volvimos a tenerlo a Bowie ahí, interpretando a Jeffries una vez más. Pero eso no fue todo. También vimos como Bobby, Hawk, el Sheriff Truman y Andy se acercan al mensaje que el Mayor Briggs dejó.

¡Pero volvemos a repetir que no fue todo! Además, descubrimos que Sarah esconde algo. En un bar, luego de ser molestada por un hombre, se quita la cara, tal como lo hace Laura, pero sólo se ve oscuridad. Luego, asesina el hombre de una forma muy similar a como lo hizo Mother en la caja de cristal (aquí todo el recap).

Este episodio es más que especial, porque más allá del hecho de que vimos cómo Dougie/Cooper se aproxima a volver a ser nuestro agente del FBI favorito y a Mr. C llegar a reunirse con Jeffries, también vemos en acción a Freddie y su guante.

Pero lo que consideramos relevante para convertirlo en uno de los episodios más increíbles de esta temporada es saber que nos despedimos de uno de los personajes más recordados y más queridos de la serie: La Dama del Leño.

No solamente nos despedimos del personaje, sino de una de las actrices y productoras más importantes en la carrera de David Lynch. La escena es fuerte, ya que ella habla sobre la muerte como un cambio y no como el final de su vida. Una escena emotiva que hace que este episodio haya sido uno de los más especiales de la temporada (aquí recap).

¡Volvió Dale Cooper! Y este es motivo suficiente para que el episodio esté en el podio de los mejores. Más allá de la vuelta del agente, y cómo se despide de su familia, se aproxima nuevamente a Twin Peaks. Tuvimos la actuación de Eddie Vedder (¡Se hizo rogar!) y nuevamente Audrey en pantalla.

Audrey al fin ha llegado al Roadhouse, junto a Charlie. De pronto, el presentador exclama: Damas y caballeros, el baile de Audrey, tal como es el nombre de la canción de Angelo Badalamenti que Audrey bailaba en la serie allá por 1990. Y como aquella adolescente que supo ser, Audrey baila, aunque se ve interrumpida por la violencia característica del lugar.

Lo que nos shockeó es ver cómo cuando pide a Charlie que la saque, Audrey parece despertarse en lo que aparenta ser un hospital psiquiátrico, con un sonido eléctrico de fondo, siendo ésta la última vez que la vemos en pantalla (aquí el recap).

¿Cómo no vamos a tener como mejores episodios a los del final? Este episodio, el 17, es el principio del fin. Pasan muchas cosas que veníamos esperando hace tiempo. Cooper llega a Twin Peaks, y veremos cómo algunas historias comienzan a cerrarse.

Vemos a Lucy ser clave en esta lucha contra el mal, ya que es ella quien le dispara a Mr. C. Pero no es todo, Freddie al fin puede entender la misión que el Bombero le había encomendado y con mano (la que tiene el guante), logra vencer a Bob (en forma de bola). Conocemos a la verdadera Diane y nuevamente la conexión con Jeffries: Vivimos dentro de un sueño.

Cooper se dirige a un Convenience Store, donde dialoga con Jeffries. También volvemos a ver imágenes de Fire Walk With Me y cómo Cooper se transforma en el salvador de Laura Palmer (aquí el recap).

Y por último, el episodio final que nos trajo más dudas de las que ya teníamos sobre la serie. Veremos algunas conexiones, como esa frase al comienzo de la serie: Recuerda…430. Richard y Linda. Dos pájaros de una piedra. También cómo finalmente el doppelgänger de Cooper vuelve a ese lugar del que nunca debería haber salido.

Además, tuvimos el cierre de una historia, viendo cómo (tal como lo prometió Cooper) Dougie volvió a casa. Recordemos que Dale le encomendó hacer a Mike una tulpa. Pero más allá de eso, tenemos una escena de sexo entre Cooper y Diana, donde de repente serán Linda y Richard (sí, hay un cambio de dimensión que seguimos intentando entender).

Avanzando sobre esto, vemos cómo Cooper/Richard va a buscar a una mujer, que no es más que Laura Palmer, aunque ella no recuerda ese nombre ni esa vida, ella es Carrie. Pero por lo que amamos este episodio no es sólo por ser el final, sino porque Carrie es llevada a la casa de Laura Palmer, donde nadie conoce ese nombre. Las relaciones con Fire Walk With Me vuelven a aparecer. Y la voz de Sarah llamando a Laura logra que Carrie grite de esa forma que se nos quedó grabada por siempre.

Sin embargo, como todo ciclo, tal como lo fue la segunda temporada, volvemos a ver a Cooper en The Black Lodge con Laura susurrándole al oído. Lo único certero es que nunca sabremos qué es lo que le dice (aquí puedes releer el recap).