“¡Qué huevos Sofia!” Es la representación de esa fortaleza mexicana ante la adversidad. Los huevos de Sofía son los huevos de todo México.
Con todo esto de Emilia Pérez y sus temas, me he dado cuenta que los mexicanos somos patrióticos pero a conveniencia. Solemos ser híper sensibles con temas random y con otros somos tan indiferentes. “Chilangolandia” del 2021, retrata a un mexicano que por más caricatura que parezca, con algunas exageraciones, es totalmente adecuado. No somos el mexicano que vive en La Roma ni tampoco en La Condesa. El mexicano promedio vive en Iztapalapa, Iztacalco, Tláhuac, Tepito. Somos barrio y albureros; bueno, eso se da desde Polanco hasta Chalco. “Chilangolandia” fue el espejo que pasó desapercibido y así también una joya nacional. Pero creo que nadie salió ofendido, hasta el momento.
Ahora el director de “Señora Influencer” (2023) dirigió “¡Qué huevos Sofia!”, una película que protagoniza Giovanna Romo. Sofia es una mujer que trabaja en una pastelería trasnacional mexicana con un jefe explotador, pedante y extremadamente tóxico que promete a Sofía un aumento de sueldo y cambio de puesto. El día que Sofía va recibir la buena noticia se da cuenta que Maciel, su jefe (Sergio Mayer), contrató a la ahijada de un amigo que no tiene la preparación para tomar el puesto que ahora está en disputa. En consecuencia, Sofía insulta a Maciel, lo ridiculiza y le dice sus verdades. Al quedarse sin trabajo decide emprender una pastelería. No será tan fácil con un enemigo como su ex jefe.
Las películas de Carlos Santos son imagológicamente engañosas. Aparentan ser algo que no son. Le pasó a “Señora Influencer” y su auge en cines fue gracias al boca en boca y todos los mexicanos nos topamos con algo muy diferente a lo que nos presentaba su póster. “¡Qué huevos Sofia!” no se salva de parecer una comedia insulsa como muchas otras, pero sería un gran error no entrar a verla al cine juzgándola solo por su póster o trailer.
La película es más profunda de lo que parece y visita temas importantes como el alcoholismo, la depresión y el desempleo producto de la violencia laboral sistemática. El abuso de parte de un jefe pocas veces se toca de forma como Carlos Santos lo hace en su nueva película donde trata de elevar la imagen del mexicano ante el propio mexicano.
Sofía es una mujer de clase media alta que lucha por mantenerse a flote con una hija a cuestas y un divorcio detrás gracias a un problema de alcoholismo. Una de las cosas más interesantes de Carlos Santos y sus guiones son que trata temas densos siempre desde la comedia sin perder la profundidad del discurso, incluso si es una historia que dialoga con la sátira como lo es “Chilangolandia”, película que debo decir, es una de las mejores comedias mexicanas de las últimas décadas.
“¡Qué huevos Sofia!” Se llena de un elenco parcialmente desconocido y me refiero a que no está presente ninguno de los actores mexicanos que últimamente hemos visto en pantallas del cine nacional. Santos apuesta por un cast que se aleje de esas imágenes conocidas y recurrentes con las que, digámoslo honestamente, ningún mexicano se siente identificado. Carlos pelea por una representación del mexicano trabajador promedio de clase media, clase media baja. Esos que nos metemos a tandas, que pagamos créditos y que debemos sobrevivir al final de la quincena con los últimos cien pesos en la cartera.
Esta realidad laboral que trastoca lo personal y lo social con grandes actuaciones, es lo más relevante de esta película que una vez más digo, no es como todas las comedias mexicanas. Tiene un tema central sobre la valía personal, la autoestima nacional y la importancia de la familia como núcleo central de la fortaleza de cada ser humano. Los obstáculos que enfrenta Sofía para sobrevivir la violencia laboral y psicológica que su jefe le da, son realmente cercanos a una realidad que vivimos como mexicanos todos los días. La cotidianidad del tráfico, los pendientes, las deudas y el no poder renunciar a un trabajo que merma tu salud mental y también la de tu familia. Eso es “¡Qué huevos Sofia!”.
“¡Qué huevos Sofia!” Es la representación de esa fortaleza mexicana ante la adversidad. Los huevos de Sofía son los huevos de todo México.
“Yo vi tres luces negras” es una oscura y reflexiva historia sobre la muerte, el duelo con guion inteligente que mezcla realismo mágico con un contexto político social violento y agreste. ¡Un logro latinoamericano!