Este fin de semana Universal Pictures estrenó The Turning (Presencias del mal). La película tiene su origen en la obra literaria llamada The Turn of the Screw, escrito clásico de Henry James de 1898; una historia de horror gótico que inspiró ya varias adaptaciones tanto en cine como teatro. Sin embargo nadie sabe cómo interpretarla, si como una historia de fantasmas o bien como un relato que tiene a lo sobrenatural como un reflejo de la demencia y la locura que sufre su personaje principal.
El argumento es simple y tenebroso. Una institutriz, Miss Giddens, se hace cargo de 2 niños que viven protegidos por su tío Miles. Los pequeños son el seductor y encantador niño de 11 años, quien se encontraba en un internado y fue expulsado por contar historias no apropiadas a sus compañeros, y Flora de 8 años, una inocente niña que siempre esperó recibir cariño de quienes la rodeaban, incluyendo a su hermano. Ambos retoños no esperan nada de su millonario tío, y allí aparece la figura de la nueva institutriz, quien se hará cargo del tema. Esta joven mujer encuentra cariño y trabajo, pero muy pronto se dará cuenta que cerca a ella se esconde un oscuro secreto de ocultismo y espiritismo que la hará llegar a sus más oscuros límites…
La primera adaptación cinematográfica de esta historia, y titulada The Innocents (1961), contó con un muy buen guion de Truman Capote y una excelente dirección de Jack Clayton que ya tenía un primer trabajo como realizador titulado Room at the top/1959. La cinta fue protagonizada por Deborah Kerr en el papel de Miss Giddens, la joven que se encargaría de cuidar a los inocentes niños y en quien recae toda la narración.
Al ser la única testigo, siendo o no cierto lo que le está sucediendo, Miss Giddens comienza a ver en los infantes actitudes que no pertenecen a su edad. Algunas de las interpretaciones y teorías indican que todo es producto de la mente perturbada de la institutriz al encontrarse en un lugar apartado de su hogar e incluso de la civilización que ella conocía, esto aunado con los deseos sexuales reprimidos que eran consecuencia de su educación y formación. Otros dan el crédito a fantasmas y prácticas de ocultismo de personajes que, aunque son mencionados en la historia, aparecen pocas veces y dan pie a hechos sobrenaturales que afectan la estadía de la joven recién llegada.
Esta ambigüedad e inclusión de temas tabú dentro del guión de Capote volvió a The Innocents una película interesante y abierta a conjeturas tan disparatadas que se volvió de culto dentro del género y una de las mejores adaptaciones de la novela. Al mismo tiempo, la historia es una de las más fuertes y explícitas en temas que no se habían explorado, por lo menos de manera comercial dentro de la industria cinematográfica. ¡Resultaba ingeniosa, atrevida y terrorífica!
Durante la filmación el director Jack Clayton tuvo sumo cuidado con los niños actores debido a que la historia contaba con escenas muy sugerentes entre la protagonista y un menor de edad. El director no les proporcionaba el guión hasta el momento mismo de la filmación; de esta forma había un mejor manejo de la historia para que ellos no se dieran cuenta de lo que en realidad sucedía dentro de la escena. Este cuidado extremo del director por sus actores infantiles se debió a que dentro de la novela existe una infatuación sexual entre el personaje de Miles y Miss Giddens, que termina en una posesión del cuerpo del adolescente por el espíritu del jardinero que solía practicar el ocultismo; esto le proporcionó al joven la capacidad de seducir y manipular a su antojo a cualquiera que lo rodeaba, incluyendo a su hermana, Flora, y a Miss Giddens.
Este “romance” entre una mujer mayor y un menor de edad, en conjunto con la sugerencia de la práctica de brujería infantil, le proporciona al relato un tono oscuro que pocas historias de la época contenían. No obstante, al ser una película por encargo de la FOX a Jack Clayton, este no la podía rechazar por mantener un contrato que había firmado con el estudio.
Gracias a este subtexto erótico, el guionista Truman Capote tuvo que interrumpir el proceso de escritura de su obra maestra, In cold blood, para reescribir algunas escenas que incluían material inapropiado incluso para los propios actores experimentados. Jack Clayton le pidió que, aunque ambos querían que la historia fuera lo más disruptiva y cercana al clásico literario, algunas secuencias estaban de más y eran muy fuertes. Aún así con los cambios el director logró captar actuaciones intensas y escalofriantes durante toda la cinta.
The Innocents fue una de las primeras películas en ser filmada en el formato Cinemascope, tecnología que el estudio adquirió de su creador, Henri Chrétien. Este avance se caracterizó por captar imágenes mucho más anchas y sorprendentes que destacaban la fotografía de la película. Esto, en conjunto, le causó severos dolores de cabeza al director y al guionista al tener que considerar que la capacidad de amplitud de la escena era mucho mayor, así que también esto requirió de algunas re escrituras.
El relato clásico de Henry James es hasta el día de hoy uno de los más oscuros dentro de la literatura universal por incluir elementos como la brujería, estupro e incesto, temas fuertes para finales del Siglo XIX y también incendiarios para la revolucionaría década de los sesenta en el caso de su primer adaptación cinematográfica. También fue influencia para Alejandro Amenábar al escribir Los Otros (2001), para Guillermo del Toro en su proceso creativo en La cumbre escarlata (2015) y también para el mexicano Carlos Enrique Taboada al contar su historia de niños malditos en El libro de piedra (1969) y Veneno para las hadas (1984).
Por último, la narrativa de James será adaptada a una serie de televisión por parte de Netflix bajo la dirección de Mike Flanagan (Doctor Sleep) dentro de la antología de The Haunting of Hill House y que ahora en su segunda temporada será llamada The Haunting of Bly Manor.
Imperdible.