Esta semana llega a las pantallas de todo el mundo la precuela de la exitosa saga Los Juegos del Hambre titulada Los Juegos del Hambre: Balada de los Pájaros Cantores y Serpientes. Con Rachel Zegler y Jason Schwartzman en los roles principales, esta película busca elevarse igual o más alto que sus predecesoras.
Dirigida por Francis Lawrence, conocido por dirigir las películas anteriores de la saga como En llamas, Sinsajo Pt. 1 y Sinsajo Pt. 2, y escrita por Michael Lesslie, reconocido por su trabajo en Assassin’s Creed, y Michael Arndt, quien también colaboró en la escritura de En llamas, Los Juegos del Hambre: Balada de los Pájaros Cantores y Serpientes nos transporta a los días sombríos que tuvieron lugar tres años antes de la institución de Los Juegos del Hambre como castigo para los distritos de Panem que se rebelaron contra el poder.
A medida que se acercan Los Juegos del Hambre, el joven Snow (Tom Blyth) se preocupa al ser asignado como mentor de Lucy Gray Baird (Rachel Zegler), la tributo femenina del empobrecido Distrito 12. Sin embargo, cuando Lucy capta la atención de Panem al desafiar y cantar durante la ceremonia de la cosecha, Snow considera que podría inclinar las probabilidades a su favor.
Aprovechando sus habilidades para el espectáculo y su astucia política, Snow y Lucy Gray se embarcan en una frenética carrera por sobrevivir, revelando al final quién es un ave cantora y quién es una serpiente.
La película, de casi 3 horas de duración, está dividida en 3 episodios. Durante los primeros dos logra ser bastante entretenida, al centrarse en el creciente vínculo entre la rebelde cantora y su amable mentor. Juntos, sin saberlo, siembran las semillas que harán a Los Juegos del Hambre llamativos para la audiencia de Panem y para nosotros.
Los escenarios naturales se convierten en el telón de fondo de estos juegos y, aunque Jason Schwartzman en el papel de Lucky Flickerman es un anfitrión ingenioso que conduce los eventos con entusiasmo (y a menudo resulta extremadamente divertido), el espectáculo aún está lejos de ser la exhibición majestuosa en la que se convertiría más adelante.
En la primera mitad de la película presenciamos cómo Snow adquiere ciertos conocimientos sobre los juegos que pondrá en práctica años más tarde. A medida que espectadores, establecemos conexiones entre los sucesos aquí presentados y las películas que ya conocemos.
Sin embargo, cuando falta otra hora y media de trama, Coriolanus no ha comenzado su transformación hacia el lado oscuro. El resto de la película va a marchas forzadas para lograr ese cambio, justificando a las apuradas la transición tan grande de un personaje que hasta ahora nos ha cautivado y que inevitablemente se convertirá en el gobernante autocrático que conocemos.
Aunque el inglés Blyth ha demostrado ser un gran actor, no logra llegar a los niveles de Katniss como protagonista, y la inevitable traición que efectuará a Lucy Gray es más que obvia. La película es menos emotiva que las otras pero con mayor acción. El romance no es lo primordial. La actuación de Zegler es correcta, aunque opacada por un elenco de lujo con Viola Davis, Peter Dinklage y Jason Schwartzmann saliendo bien parados.