Love Death + Robots, la serie de cortos animados para adultos producida por (entre otros) Tim Miller y David Fincher está de regreso en la pantalla de Netflix con su segunda temporada que, para sorpresa de muchos, recortó su cantidad de episodios a solo 8.
A pesar del recorte, Love Death + Robots, logra en sus ocho episodios contar historias mucho más interesantes y profundas que en la primera entrega, menos caóticas, y que nos llevan a reflexionar sobre qué es ser humano en contextos completamente extrañados.
Fuente: Netflix
No voy a mentirles: cuando supe la cantidad de episodios de la nueva entrega de Love Death + Robots, un poco me desilusioné. En aproximadamente dos horas, ya los había devorado por completo. Sin embargo, en seguida estuve segura de que la gran mayoría de ellos se iban a quedar viviendo rent free en mi mente por un tiempo largo y que, seguramente, debería volver a ellos varias veces para revisitar sus propuestas y repensar lo que nos plantean.
Excepto algunas poquísimas excepciones, la mayoría de los cortos de esta nueva temporada de Love Death + Robotsnos llevan a un futuro en el que la humanidad ha alcanzado algunos avances y mejoras que, en seguida, se pondrán en jaque. Tecnología descollante, vida eterna, viajes por el espacio, mejoras físicas, todo se pone de relieve ante la soledad de los personajes, el salvajismo con el que conviven y la crueldad.
Episodio tras episodio, Love Death + Robots parece hacernos la pregunta una y otra vez: ¿qué es el avance tecnológico si perdemos nuestra humanidad en el camino? ¿Y qué es ser humano en definitiva? Mucho más que en su primera entrega, la serie de Netflix nos deja filosofando sobre aquello que nos convierte en personas.
Fuente: Netflix
El punto más alto, tal vez, de esta temporada se da en Pop Squad, el corto dirigido por Jennifer Yuh Nelson (quien estuvo a cargo de películas como Kung Fu Panda 2 y 3 o The Darkest Minds), que nos lleva a un futuro en el que la humanidad ha alcanzado la vida eterna resignando a cambio la posibilidad de tener hijos. Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo con esto: algunos, viven al margen de los avances tecnológicos, en la clandestinidad, permitiéndose todavía reproducirse. El protagonista de esta historia, un policía encargado de eliminar a los niños que nacen en la ilegalidad, será quien empiece, como nosotros, los espectadores, a preguntarse si la imposibilidad de reproducirse no es un precio demasiado alto para pagar por vivir eternamente. La mirada triste y desencantada del protagonista se quedará con nosotros por mucho tiempo.
Por otro lado, la nueva temporada de Love Death + Robotstiene también sus puntos de comedia, como por ejemplo Automated Costumer Service, el corto que nos transporta a una ciudad en la que viven personas de la tercera edad, asistidas completamente por robots que hacen de todo, desde limpiar las casas hasta juntar las deposiciones de las mascotas mientras las pasean. Aquí, una aspiradora hogareña (una suerte de roomba glorificada) se vuelve loca y empieza a perseguir a la dueña de casa y a su mascota, mientras ella (la dueña de casa) intenta solucionar el problema a través de un servicio de atención al cliente automático.
Fuente: Netflix
El hombre versus las máquinas parece ser la idea que atraviesa esta temporada, aunque, en el fondo, como decía anteriormente, lo que plantea esta nueva entrega de Love Death + Robots a través de todos sus episodios es qué significa ser humano. Excepto una o dos excepciones, como The Tall Grass, un corto que nos presenta una historia de terror súper clásica (pero efectiva), o All Through The House, que nos muestra un Santa Claus alternativo (que parece salido de Alien o de la imaginación de Guillermo del Toro), la serie plantea preguntas fundamentales, filosóficas a través de mundos posibles con ventajas tecnológicas que parecen hacernos la vida más fácil pero que, a la larga, nos van dejando cada vez más solos.
Si bien esta segunda temporada de Love Death + Robots es más breve, sin duda se nota un nivel mucho más parejo en los episodios, incluso en la duración de los mismos, con historias más profundas que nos dejarán pensando en ellas mucho tiempo más.