Estos son los episodios que nos dejaron con ganas de más

La saga de cortos producida por David Fincher y Tim Miller para Netflix nos ha mostrado una gran variedad de estilos en dibujo y guión. Entre los guiones están aquellos que no cierran del todo la historia; son los capítulos que nos dejan con sabor a querer saber más de lo que le depara el futuro a esos personajes o cómo llegaron a ese punto viendo su pasado. Debajo dejaré mi listado personal de cortos que podrían tener su propia serie / temporada. Es que, seamos realistas: muchas películas y series tuvieron su génesis partiendo desde relatos cortos; hasta los spin-offs son bien recibidos cuando se nota la inversión de tiempo y fondos para guiones de calidad. Esperemos que la dupla de creadores no tarde en darse cuenta.

🙂

Este corto, al final, nos denuncia que toda la historia transcurría en realidad en un mundo ajeno al nuestro, colonizado por esos granjeros que utilizan armaduras pesadas para defenderse cuando ocurren brechas en los campos de fuerza e ingresan quienes realmente viven allí. No estaría mal saber de qué manera se establecieron allí y si pudieron, finalmente, seguir resistiendo los embates de las bestias locales. Sin descontar lo simpáticos que resultan los granjeros, claro.

Puede parecer una elección ilógica, ¡pero vamos! Quiero saber si alguien más quiso desalojar a Feo Dave y a Otto de su edén tóxico. En algún momento esa asociación de vecinos y la municipalidad tendrán que insistir en echarlos, con consecuencias desastrozas, claro está.

Cuando conocemos a Deker y a Sobieski ya tenían tiempo en Oriente Medio. Eran odiados por sus colegas, más allá de que les salvaban en todas las misiones. Quizás ese rencor pueda explicarse mostrándonos cosas del pasado y, por qué no, ya sabiendo que hay más hombres-lobo allí, conocer qué otras peleas violentas tuvo que enfrentar Deker. Porque donde los hombres se transforman en bestias, las bestias se ven insultadas.

Obviamente, el episodio décimo tercero es el que trata sobre 13, una nave que conocemos ya con una cantidad de vuelos sobre el lomo. Temida por casi todos, respetada por pocos, que necesitó de una badass como la Teniente Colby para entregarse del todo. Su currícula es extensa (perdió dos tripulaciones) y, aún terminada su historia personal, podríamos ver a Colby en su nueva máquina, así de paso entenderíamos mejor la guerra que combate, contra quiénes y por qué se desarrolla. Realmente hay mucho para contarnos.

En el atraco que atestiguamos los únicos sobrevivientes, Rookie y Bob, ya planeaban traer los respaldos de Sui, Kali y Hawk. Son un quinteto por demás divertido, con excelente dinámica de diálogos y acción. Me quedé con las ganas de conocerlos más, de oír los chistes subidos de tono que se cuentan y verlos planear esas misiones descabelladas en las que, de seguro, esa caterva de impresentables quedará destruida.

La guerra que vemos, aparentemente, llegar a su triste fin; tuvo un inicio oscuro durante la Revolución Rusa y, por más que se la gana paralelamente a la Segunda Guerra Mundial, quedan 36 años en el medio. En dicho lapso, se incluye la misión de unos agentes checos que terminan muertos en el bosque siberiano. Por lo que sobran las historias que pueden arrancarse. Muchos intentos por detener a los demonios que fueran traídos infructuosamente por un general satanista. Eso y el condimento de la propia revolución, más la URSS de Stalin (que juega su propio rol), hacen un mix muy atractivo para cualquier guionista.

• La ventaja de Sonnie (Sonnie’s Edge). No estaría mal conocer cómo fue la vida de Sonnie antes de que la destruyeran y las peleas a futuro de la bestia.
• Más allá de la grieta (Beyond the Aquila Rift). Aunque podrían ser todas muy similares, no estaría mal que nos narraran cómo llegaron los otros desafortunados que quedaran atrapados.
• Historias alternativas (Alternate Histories). ¡Vamos! Podríamos hacer infinitos paralelismos de muerte de Hitler sin cansarnos y, mejor, meternos con otros eventos de la historia también. El cielo es el límite.