Más atrevida y MUY emotiva: así es la cuarta temporada en Netflix

Por fin la cuarta temporada de Lucifer llegó a Netflix tras la cancelación de la misma en Fox, con un cambio bastante favorable ya que aumentó la calidad de la producción así como del guión, logrando crear personajes complejos y entrañables.

Por supuesto, Lucifer era una increíble serie antes de su cancelación pero sufría de episodios relleno como pasa con mucha series de temporadas largas. Pero estos 10 episodios son precisos y se disfrutan MUCHO más. No obstante, la serie sigue su clásica fórmula: Luci (Tom Ellis) y Chloe (Lauren German) resuelven casos junto a la policía de Los Ángeles, mientras la trama principal avanza al mismo tiempo, sin perder el rumbo de la historia.

En esta ocasión, Chloe está confundida después de haber visto la cara de Diablo de Lucifer, pero mientras intenta poder aceptarlo, a la vida de Luci llega otra mujer: la bíblica Eve (Inbar Lavi), su primer amor, alguien que sí lo acepta de verdad.

Un punto que rescato de la temporada es que se alejaron del clásico cliché de “meter” a una tercera en discordia y destruir así a la relación de esta pareja pues Eve representa todo lo contrario. Ella es inocente y bondadosa con todos, inclusive con Chloe, y quiere lo mejor para este Diablo.

La serie continúa explorando las relaciones humanas en más de un sentido: cuestiona las relaciones de pareja, de familia, pero sobre todo nos habla de la pérdida de un ser querido, de la aceptación de uno mismo y de asumir la responsabilidad de nuestras acciones, así como de sus consecuencias, sin culpar a otros.

Aunque en un principio pensamos que Chloe es la del problema, al final resulta ser Lucifer quien debe aprender a amarse así mismo, perdonarse y aceptarse tal cual es para por fin poder experimentar y sentirse amado por otro ser. Así es como las sesiones de terapia mostradas son aprovechadas para desarrollar y hacer crecer a los personajes y, en consecuencia, somos capaces de identificarnos con cada uno de ellos y sus problemas.

Por otro lado, la cuarta temporada nos ofrece un contexto más amplio sobre la propia mitología de la serie, ángeles, demonios y profecías; por ello es que podemos ver más tiempo en pantalla la cara de Diablo de Lucifer y su espectacular transformación por completo a comparación de lo que pudimos en Fox.

Definitivamente las actuaciones de todo el elenco son buenas, pues con cada gesto transmiten exactamente las emociones de sus personajes a tal punto de hacernos derramar muchas lágrimas.

En resumen, los nuevos episodios nos permiten ver un crecimiento emocional de cada uno de los personajes, con un buen uso de efectos especiales y personajes que nos siguen interesando por lo humanos que son. Además, se explora un lado más atrevido y sensual de ellos, pues hay varias escenas de desnudo que adoramos.

Sin duda, Lucifer es una serie que merece más reconocimiento y necesita una quinta temporada.