¿Por qué Luis Miguel: La Serie pasó del éxito al rotundo fracaso? - Spoiler Time

¿Por qué Luis Miguel: La Serie pasó del éxito al rotundo fracaso?

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Así fue como Luis Miguel cavó su propia tumba mediática de la mano de su serie en Netflix.

En 1889, Oscar Wilde dijo que “la vida imita al arte mucho más de lo que el arte imita a la vida” como parte de oponerse a la filosofía aristotélica que refería que en realidad era el arte quien imitaba a la vida, y en la serie de Luis Miguel se cumple el argumento proveniente de la antigua Grecia. Con base base en esto, el fenómeno de Luis Migue: La Serie es digno de analizar por el camino que tomó desde su estreno en 2018 hasta su final que llegó hace tan solo un par de semanas atrás a la plataforma de Netflix.

Desde que se reveló el desarrollo de esta producción, la noticia causó un revuelo único entre la prensa latinoamericana, en especial la mexicana. Estaban sorprendidos de que el astro musical mexicano diese su aprobación a una bioserie de su persona. El hecho por si solo era insólito, ya que por años ni los fans más férreos del cantante sabían mucho de su historia.

Todo lo publicado podía ser una serie de especulaciones y filtraciones de su círculo más cercano que no necesariamente tenía una validez oficial para probar los buenos y malos momentos de su vida. Su público, la prensa y aquellas celebridades que compartieron algún momento de su vida comenzaron a especular sobre lo que se podría contar y lo que no, abriendo un abanico enorme de posibilidades sobre hacia dónde se dirigiría esta historia.

Video
https://www.youtube.com/watch?v=LubOdyOz5pk

El debut de la serie llegó en abril de 2019 y nadie esperó que la serie conmocionaría a México y el resto de Latinoamérica domingo a domingo llegada la hora del estreno de un nuevo episodio. El fenómeno podría compararse, a su medida escala, con sucedido con Game of Thrones; incluso los no adeptos a su música se sumaron a la conversación porque era un tema tan popular que estar fuera de él te convertía en el patito feo de cualquier grupo de amigos, familia, conocidos, gente de la oficina, etc.

Con los resultados que se veían, era imposible que El Sol no tuviese un nuevo aire musical; su popularidad creció y eso hacía que usuarios se reconectaran con las canciones clásicas de su carrera, muchas de las cuales eran el eje central de los episodios y que “revelaban” el origen de las mismas. Todo ese fenómeno duró tres meses; la serie siempre se mantuvo en los primeros lugares de vistas, pero su final de temporada opacó el brillo resplandeciente.

Luis Miguel, el cantante, seguía aprovechando la estela de éxito para presentarse en importantes escenarios, y aunque parecía que estaba de regreso, su personalidad le jugó en contra y ese público cautivado por ser el joven que sufrió bajo el yugo de su padre Luis Rey, no era más que una farsa y él en realidad era su propio enemigo: malos conciertos, presentaciones de minutos y cancelaciones fueron las noticias que sonaban con más fuerza como el tiempo entre el final de la temporada 1 se veía más lejos en el calendario. Fue inevitable que su figura se opacara nuevamente, y sin una serie que mitigara esa mala imagen, la gente no estaba dispuesta a confiar nuevamente en él.

Su regreso a la pantalla de Netflix, con su segunda temporada dos años después, parecía la esperanza para retomar, por “n” ocasión, su carrera, pero la producción demostró que la serie estaba en picada como la vida misma de Luis Miguel, demostrando que el arte estaba imitando a la vida. Sin la figura de Luis Rey como el antagonista de la historia, el cual había sido construido milimétricamente a la perfección para el desarrollo de la ficción, la serie tenía un gran vacío por cubrir: ahora Luis Miguel ya no iba a ser más ese niño/joven inocente al cual no se le iban a fincar responsabilidades.

La serie, aprobada por el mismo cantante quien se desempeñó como productor ejecutivo, no tomó ese camino y prefirió desviar su historia contándola a medias y usando otra vez el recurso narrativo de dos líneas de tiempo que se cruzaran entre ellas, evitando así ahondar en muchos temas escabrosos. Pero si ya se había usado ese mismo estilo en la primera entrega, ¿qué pasó que no logró el mismo éxito en su segunda tanda? La veracidad con la que se contaron las cosas, Luis Miguel no era responsable de ninguno de sus tropiezos, cosa que ya se había probado que él no era perfecto y para prueba la serie de malos conciertos.

A eso sumémosle a un Diego Boneta engolosinado con el papel, que si bien había demostrado ser perfecto para el personaje, ahora sus manerismos se iban viendo exagerados, y más que una interpretación se sentían como una imitación burda. Esta mala dirección se acentuaba cuando se contaba la historia ocurrida entre 2003 y 2004 donde Boneta tuvo que recurrir a un prostético para aparentar la edad, el cual nunca logró verse como una caracterización de gran nivel.

LUIS MIGUEL LA SERIE - Temporada 2 (L to R) DIEGO BONETA as LUIS MIGUEL in Episode 204 of LUIS MIGUEL LA SERIE Temporada 2. Cr. CAMILA JURADO/NETFLIX ©️ 2021

Como si fuera poco, ¿por qué el tema estaba casi muerto domingo a domingo? Nadie hubiese imaginado que el COVID-19 acabaría con este éxito. Con el público viviendo y trabajando en casa, sin reunirse al día siguiente en la oficina, en la escuela o en cualquier otro espacio público, la conversación estaba muerta, el interés por estar subido en la ola mediática quedó de lado y la gente ya no sentía la presión ni el compromiso de ser parte del tema. Esto probó que la primera temporada no estaba bien hecha, porque se basaba completamente en ver a qué famoso hacían referencia, y no porque su guion fuese sólido. De otra manera, todo ese público cautivado se hubiese quedado hasta el final. Ejemplo perfecto es Game of Thrones, otra vez vuelvo a compararlas, la cual logró sólidas primeras temporadas que construyeron una gran base de fans que estaba extasiado y casi destruido por ESE final.

Netflix por supuesto se dio cuenta de lo que sucedió entre una entrega y otra, y no dudó que ya lo habían previsto en un escenario catastrófico, que esa segunda temporada la dividió en dos, con 8 episodios para la segunda y 6 para la tercera y final, mucha diferencia de los 13 que hicieron para la temporada debut. Con el lanzamiento de su final, y como parte de enterrarla bajo los escombros, este fue programado para estrenar completa en un jueves por la tarde-noche con casi nula promoción y decirle adiós a ese éxito.

Bien sabemos que estrenar un viernes en Netflix significa que se es Top y eso no pasó para la última etapa de Luis Miguel: La Serie, y mucho menos se dio la posibilidad de volverle a entregar el prime time de domingo como se hizo antes, estrategia que Netflix había adoptado de forma especial.

Luis Miguel La Serie - Temporada 3. Diego Boneta as Luis Miguel in Luis Miguel La Serie - Temporada 3. Cr. Camila Jurado/Netflix © 2021

En su historia, la temporada final probó que estaba dispuesta a mostrar un poco de ese lado oscuro del cantante que tanto se estaba deseando y que podría salvarlo –tal como Elton John lo hizo en Rocketman–, pero no fue así. ¿Por qué? Porque al parecer el intérprete mexicano sigue indispuesto a enfrentar su pasado y prefirió tomar el camino fácil antes de sincerarse con el público que tanto lo ama.

No sabemos si algún día Micky salga de ese gran bache en el que el mismo se metió, el mismo que el público y sus grandes fans, como el que me considero ser, estamos dispuestos a perdonar por el momento.

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