Matilda, la joya fílmica que marcó a la generación millennials para siempre
Si son millenials mexicanos como yo de seguro recuerdan haber visto la película Matildaen el Canal 5. Esta película del director y actor Danny DeVito y basada en la novela homónima de Roald Dahl, la pasaban muy seguido en televisión abierta. Y a mí me encantaba. Quería tener los poderes telequinéticos de la protagonista, usarlos para levantar mi tiradero y divertirme y ser tan independiente como lo era ella a la edad de seis años.
Amaba que Matildautilizara la lectura como escape. Si bien yo no fui una niña muy lectora que digamos, sí que devoraba libros en la adolescencia y por eso entiendo perfectamente los porqués Matildaamaba los libros y se encerraba en ellos. El poder de las palabras es inmenso. Puedes viajar sin haber viajado. Y conocer lugares y personas fuera de este mundo, pero con los cuales te puedes identificar.
Recientemente la volví a ver y confirmo que me sigue gustando como antes, y no entiendo por qué en su momento no tuvo éxito en taquilla. Lo bueno es que ahora es un clásico.
Mientras la veía, me sorprendió que Matildacuando tenía tan sólo cuatro años de edad fuera sola a la biblioteca. Por una parte, me hizo recordar a mi niñez en los 90. Antes (sin sonar como una anciana) se podía salir a la calle y jugar por horas con tus amiguitos sin la supervisión paterna y estabas seguro. Claro, eso no quita que los padres de Matildala descuidaban un buen. Eran padres negligentes.
Otra cosa que me sorprendió es lo bien que está construida la villana Tronchatoro. Sobre todo, a nivel visual. Y lo digo porque la primera vez que sale en pantalla sólo vemos su sombra. Sin embargo, se puede deducir que no es una persona agraciada. Su nariz es respingada. Su corporalidad es de exatleta olímpica. Y su voz es grave. Nada agradable. Y podría parecer más a una bruja que a una directora de una escuela. (Obviamente acá se manejaba que la fealdad es igual a maldad, pero entiendo la época en la que se hizo la película y que va dirigida a niños, que son más impresionables).
Además, hay muchos elementos fantásticos alrededor de este personaje (de ahí que la compare con una bruja). Me refiero a que se exageran sus movimientos. Por ejemplo, cuando está a punto de descubrir que Matilday la profesora Miel se metieron a su casa, da un salto desde las escaleras que hace que el piso tiemble, como si pesara demasiado y sus proporciones corporales fueran otras. Es un poco caricaturesco el asunto. Pero siento que es perfecto, pues en la perspectiva de Matilda(y de todos los niños de la escuela), Tronchatoro es un monstruo.
Pero creo que Tronchatoro no es el único personaje tan bien hecho. También lo está la pequeña Matilda. Me sentí muy inspirada al verla. No sólo es muy independiente, sino también valiente e inteligente. Me gusta que no se deja amedrentar por nadie. Incluso le da una lección a su padre cuando la castiga por ser inteligente. Creo que es un gran ejemplo de un personaje femenino fuerte.
También me encantó el mensaje de la película. El que los niños (y los adultos) comprendan que está bien alejarse de su familia de sangre si solo les hace daño. Que está bien buscar una familia afuera. Rodearse de que gente que te ame incondicionalmente sin importar la consanguinidad.
La película aborda temas maduros (como el suicidio y el asesinato) y es por momentos cruel (como cuando Tronchatoro tortura a los niños encerrándolos en un hueco lleno de picos o cuando los lanza como si fueran martillos), pero optimista. Muestra una luz al final del camino. La historia de Matilday la profesora Miel es un final feliz.
En resumen, Matilda, esa película con la que crecimos los millenials, tiene temas vigentes y personajes bien construidos. Si bien hay uno que otro diálogo que ya no da en esta época, creo que sigue sobresaliendo por ser una película infantil con mensajes muy positivos y con una protagonista fuerte e inspiradora.
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