Michael Keaton y sus personajes más icónicos

Michael Keaton es uno de esos actores capaces de transformarse en lo que la historia demande: un fantasma desquiciado, un superhéroe atormentado, un villano carismático o incluso un juguete de plástico con crisis de identidad. A lo largo de más de cuatro décadas ha dejado huella en el cine con personajes inolvidables, algunos extravagantes y otros profundamente humanos.

Este 5 de septiembre, fecha de su cumpleaños, es la ocasión perfecta para repasar sus papeles más icónicos, que lo han llevado desde las comedias excéntricas de Tim Burton hasta los universos de superhéroes de Marvel y DC, pasando por el drama más íntimo y el cine independiente premiado.

Si hay un personaje que define la faceta más desatada y excéntrica de Michael Keaton, ese es sin duda Beetlejuice. Bajo la dirección de Tim Burton, el actor encarnó a este “bioexorcista” caótico y grotesco que se convirtió en icono instantáneo de los años ochenta. Su mezcla de humor negro, improvisación desbordada y un look inconfundible (pelo verde, maquillaje de muerto viviente y traje a rayas) lo consolidaron como un clásico del cine fantástico.

En 2024, Keaton volvió al personaje en Beetlejuice Beetlejuice, una secuela largamente esperada. La película no solo revivió la nostalgia de los fans, sino que también demostró que, incluso después de tres décadas, Beetlejuice sigue siendo irreverente, magnético y, sobre todo, inolvidable.

Cuando Tim Burton lo eligió como Batman, muchos dudaban de Keaton. ¿Cómo un actor conocido por comedias podría dar vida al Caballero Oscuro? Sin embargo, su interpretación en Batman (1989) silenció todas las críticas: Keaton aportó un Bruce Wayne introspectivo y un Batman sombrío, con un aire enigmático que redefinió al superhéroe en el cine.

Repitió el papel en Batman regresa (1992), enfrentándose a villanos tan memorables como el Pingüino de Danny DeVito y Gatúbela de Michelle Pfeiffer. Décadas después, regresó en Flash (2023), un evento que celebró la nostalgia y consolidó a Keaton como uno de los Batman más queridos por los fans. Su frase “I’m Batman” sigue siendo una de las más citadas en la historia del cine de superhéroes.

Aunque pueda parecer un papel menor en su filmografía, la voz que Keaton le dio a Ken en Toy Story 3 es una muestra perfecta de su talento para la comedia. El personaje, vanidoso y amante de la moda, se convirtió en uno de los momentos más divertidos de la película. Keaton aportó una mezcla de ingenuidad y exageración que hizo de Ken algo más que un accesorio de Barbie: un juguete con personalidad propia y un giro cómico inesperado en la saga de Pixar.

Con Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia), Michael Keaton alcanzó uno de los puntos más altos de su carrera. La película, dirigida por Alejandro González Iñárritu, lo puso en la piel de Riggan Thomson, un actor venido a menos que alguna vez fue famoso por interpretar a un superhéroe y que busca redimirse en Broadway. La interpretación es una especie de metáfora de la propia carrera de Keaton, quien también había vivido el estigma de haber sido Batman en los años 90. El papel le valió un Globo de Oro y una nominación al Óscar, consolidando su regreso triunfal a Hollywood y recordando al mundo que Keaton es mucho más que un exsuperhéroe.

En la cinta En primera plana, ganadora del Óscar a Mejor Película, Keaton interpretó a Walter “Robby” Robinson, jefe del equipo de investigación del Boston Globe que destapó los abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia Católica. Aquí, Keaton mostró su faceta más contenida y sobria, alejándose de la extravagancia de otros personajes. Su trabajo es clave para la fuerza de la película: transmite el peso moral de un periodista comprometido con la verdad y la justicia. Sin necesidad de alardes, Keaton entrega una actuación sólida y conmovedora que demuestra su versatilidad.

En Hambre de poder, Keaton se convirtió en Ray Kroc, el hombre que transformó McDonald’s en una de las cadenas más grandes del mundo. Su interpretación navega entre el carisma y la ambición desmedida, mostrando cómo Kroc pasó de ser un vendedor de batidoras a un magnate sin escrúpulos. La película funciona como una crítica al “sueño americano” y Keaton logra que el espectador se debata entre la admiración y el rechazo hacia su personaje. Su retrato de Kroc es tan fascinante como perturbador.

En la era moderna de los superhéroes, Keaton también dejó huella como el villano Adrian Toomes, mejor conocido como Vulture. En Spider-Man: De regreso a casa, ofreció una de las interpretaciones más humanas y aterradoras del MCU: un hombre común convertido en criminal por circunstancias económicas, que se enfrenta directamente a Peter Parker. El famoso momento en el coche, cuando Toomes descubre la identidad de Spider-Man, es uno de los más tensos del cine de Marvel. Keaton retomó el papel en Morbius (2022), ampliando su conexión con el universo de villanos de Sony y demostrando que sigue siendo tan imponente como en sus días de Batman.

Lo que hace únicos a los personajes de Michael Keaton es que ninguno se parece al otro. Puede ser un fantasma desquiciado, un héroe oscuro, un villano intimidante o un periodista íntegro, y siempre logra imprimirles autenticidad. Su carrera es la prueba de que la versatilidad y la capacidad de reinventarse son las claves para trascender en Hollywood.

A sus más de 70 años, Keaton sigue sorprendiendo con cada proyecto. Y si algo nos ha enseñado su trayectoria es que no importa si está en un traje de murciélago, una oficina de periódico o en un universo animado: Michael Keaton siempre será inolvidable.