Moonfall, la nueva propuesta apocalíptica de Roland Emmerich, entretiene, pero…

Este 3 de Febrero llegó a las pantallas de cine una nueva propuesta del director alemán Roland Emmerich, titulada Moonfall. Especialista en cine catástrofe con largometrajes como Independence Day, 2012 o The Day After Tomorrow, aquí vuelve a proponer un escenario que pone en juego la supervivencia de la Tierra.

En Moonfall, la Luna se sale de órbita y amenaza estrellarse contra la Tierra, es por esto que la NASA deberá recurrir a héroes inesperados para que encuentren una solución al problema y salven el día.

En una misión como cualquier otra en el espacio, los astronautas Jocinda “Jo” Fowler (Halle Berry) y Brian Harper (Patrick Wilson) se encuentran con un inconveniente que no pueden explicar y un tercer colega de ellos muere en el incidente. Cuando regresan a la Tierra, Harper sostiene que se encontraron con algo extraterrestre, algo que nunca habían visto antes, pero Fowler no sostiene su relato y entonces él que destituido de su posición en la NASA.

Años después, mientras Brian Harper continúa una vida caía en desgracia y Jo Fowler es funcional a la NASA, un conspiracionista llamado K. C. Houseman (John Bradley) descubre que la Luna se ha salido de órbita, poniendo en peligro a toda la humanidad. Su teoría es que la Luna es una megaestructura, creada por formas alienígenas, que utilizan la fuerza de una estrella enana para moverla. Si esa estrella enana se encontrara con algún problema, eso podría explicar lo que está sucediendo. Mientras él lo descubre y busca cómo llamar la atención del mundo sobre el problema, en la NASA también se dan cuenta (aunque nadie habla de megaestructuras) y envían misiones para investigar qué es lo que ocurre. Por supuesto, esas misiones fracasan y el caos comienza a reinar.

Mientras la Luna se acerca más y más a la órbita terrestre, la crisis se profundiza: cambios bruscos climáticos, en las mareas, etc. ¿Quiénes son los únicos que podrán salvarnos? ¡Claro que sí! Jo Fowler, Brian Harper y K.C. Houseman, que unirán sus fuerzas y sus conocimientos para llegar hasta la Luna y develar qué es lo que está pasando.

La película, de tan solo 130 minutos, superpone la misión gloriosa de los dos astronautas y el conspiracionista con la travesía del grupo familiar de Fowler y Harper para tratar de ponerse a salvo en una Tierra que se está descontrolando, así como también se está descontrolando su población. A la crisis del entorno, por supuesto, hay que sumarle a todo lo que viene con la pérdida de la civilización: saqueos, persecuciones, robos, violencia y más.

Moonfall tiene el sello Emmerich por todos lados: catástrofe, destrucción de ciudades, un mundo al borde del apocalipsis, héroes inesperados y el misterio de la vida alienígena.

Sin embargo, todo en la película se siente apresurado. Las cosas suceden porque sí, sin grandes explicaciones, los personajes carecen de profundidad completamente y los diálogos son redundantes y vacíos de contenido. La espectacularidad del cine catástrofe se ve algo opacada por la intención de mezclar diversos géneros: no es una película sobre astronautas haciendo algo heroico (como Armageddon), sino también una película con persecuciones de automóviles como The Fast & The Furious, y además un drama familiar sobre padres ausentes, y secretos que guarda el Estado y un montón de cosas más.

En Argentina hay un dicho que sostiene que “el que mucho abarca, poco aprieta” y eso es exactamente lo que falla en Moonfall: ninguno de los géneros es explorado a conciencia, ninguno de los personajes es trabajado con la profundidad necesaria como para sentir empatía, para preocuparnos por si no sobreviven.

Moonfall es una propuesta más de Roland Emmerich. Ni de cerca será una de las mejores de su catálogo, pero para quienes busquen una experiencia cinematográfica a toda velocidad, con acción, desastres y de esas que solo se disfrutan bien en el cine, puede cumplir con su cometido. Porque, seamos honestos, ¿a quién no le gusta, cada tanto, sentarse a ver una película visualmente abrumadora pero que no nos demande mucho en cuanto a argumento?