Mucha más droga de la que te mostraron: la verdadera historia de The Mule de Clint Eastwood

The Mule, tal vez la última película digna dirigida por Clint Eastwood, trata sobre un anciano veterano guerra que se convierte, a sus ya muy entrados años, en un traficante de drogas muy prolífico de la historia. Con un cast impresionante (desde el mismo Eastwood pasando por Bradley Cooper como el agente especial de la DEA que lo atrapa, Laurence Fishburne, Michael Peña, Ignacio Serricchio, entre otros) The Mule es un canto a la vida muy agridulce… Sobre todo porque hay una historia real detrás que aquí te comentaré.

En la película, Earl Stone, el personaje principal, era un miembro destacado de la comunidad de horticultores y ganador de un premio gracias a sus azucenas, pero Internet lo obligó a cerrar su negocio y, a su vez, perder su hogar. Dado que como conductor es cauteloso y nunca ha sido detenido en su vida, es reclutado para entregar drogas a través de Illinois para un cartel. Si bien tiene éxito, finalmente es atrapado por la DEA y sentenciado a prisión. Todo esto parece una ficción de las más geniales (sobre todo por el humor que suele impregnar Eastwood en sus cintas), pero no lo es, ya que Stone existió, se llamó Leo Sharp y realmente pateó el tablero de su país natal.

El artículo del New York Times titulado The Sinaloa Cartel’s 90-Year-Old Drug Mule relata el derrotero Sharp, mejor conocido dentro del Cartel de Sinaloa como El Tata. Sharp era un hombre ya entrado en años veterano de la Segunda Guerra Mundial que se convirtió en un horticultor después de que su negocio de aerolíneas fracasara, particularmente trabajando con azucenas. Pero cuando ese negocio también cayó, lo reclutaron para el narcotráfico y era tan bueno en eso que se convirtió en una especie de mito dentro del cartel. Y sí: fue arrestado por la DEA y condenado a tres años de prisión, de los cuales cumplió uno. Sharp salió de prisión en 2015 porque tenía una enfermedad terminal y murió en 2016 a la edad de 92 años.

El agente especial de la DEA de la vida real llamado Jeff Moore atrapó a Sharp en 2011 de la misma manera que vemos en la película, en una carretera interestatal mientras conducía una camioneta Lincoln. Después de ser arrestado, Sharp se declaró culpable de los cargos, pero intentó evitar la cárcel ofreciéndose a pagar su multa cultivando papayas hawaianas para el gobierno de los Estados Unidos.

Si bien The Mule está inspirada en esta historia real, hay cambios obvios en la narrativa. El día a día de la película es ficticio ya que no había forma de saber qué pasaba cuando Sharp estaba solo. Por otro lado, la relación del personaje principal con su familia. Es que Leo Sharp tuvo tres hijos en la vida real. El cambio más grande entre ficción y realidad

El cambio más grande de la historia real de The Mule fue que la película lo mostró haciendo una docena de trabajos para el cartel en el transcurso de unos pocos meses. Sin embargo, Sharp traficó drogas durante 10 años. Esta probablemente fue la causa de su sentencia de prisión, incluso a la edad de 90 años. Es más, el fiscal Christopher Graveline reveló que a Sharp “le pagaban alrededor de 1.000 dólares por kilo que estaba entregando y su carga normal era de unos 250 kilos a Detroit“.

Lo que es interesante es que Sharp, como su doble ficticio, gastó gran parte de su dinero ayudando a otras personas, casi como un Robin Hood moderno. Sin embargo, el arrestado no era tan inocente como la versión ficticia… Hasta su abogado le contó al al New York Times que Sharp tenía “muchachos mexicanos trabajando en las granjas. Conocen a personas que le presentaron a otra gente que le preguntaba si quería involucrarse en algo”.

Como comenté antes, Sharp falleció poco después de salir de prisión debido al deterioro de su salud. Si bien es justo suponer que el mismo destino le sucede a Earl Stone de Eastwood al final de The Mule, la película deja ambigua esa parte de la historia real.