Las muertes más brutales de la franquicia

Este 14 de Julio se cumplen 9 años desde que Harry Potter estrenó su última película en la pantalla grande y nos dejó una de las historias más populares del cine.

La saga de películas mágicas nos ha dejado un montón de momentos emocionantes y oscuros, pero estas muertes fueron algunas de las escenas que más se destacaron.

La muerte de Charity Burbage es un caso en el que la causa de la muerte fue indolora, pero las circunstancias que la rodearon fueron horribles. Burbage era maestra de Estudios Muggles en la escuela de Hogwarts, pero eso cambió cuando fue capturada por Voldemort. Cuando la vemos por primera vez en Las Reliquias de la Muerte, está suspendida sobre una mesa llena de Mortífagos y los cortes en su rostro indican que ya ha sido sometida a alguna forma de tortura.

Burbage ve a su compañero Severus Snape y le ruega que la ayude, pero debido a que él no puede revelar su identidad, se ve obligado a ver cómo Voldemort mata a Burbage y le ordena a Nagini que se coma su cadáver.

Otro personaje que sufrió mucho su muerte fue Bogrod. Esta muerte puede ser atribuida a Harry, Ron y Hermione, porque fue el trío quien lo puso bajo la influencia de la maldición Imperius y lo obligó a ayudarlos a irrumpir en el Banco Gringotts sin ser detectado. Al perder el efecto del hechizo, tropezó frente al dragón de seguridad que lo quemó vivo en un segundo.

Es algo bastante espeluznante, especialmente teniendo en cuenta que era una víctima inocente atrapada en una mala situación.

Si bien esta muerte ciertamente no fue una buena manera de irse, es difícil simpatizar con él porque fue completamente culpa suya. En Las Reliquias de la Muerte: Parte 2, Harry queda acorralado por Malfoy, Zabini y Goyle, quien lanza la maldición Fiendfyre en un intento de matar a Harry, Ron y Hermione.

Este es un hechizo muy avanzado que desata una enorme tormenta de fuego sensible. Debido a que era básicamente un novato, perdió el control del hechizo y se extendió por toda la Sala de los Menesteres. Como resultado, Goyle se vio obligado a subir una pila de sillas para llegar a un terreno más alto, pero al hacerlo, cayó al fuego, con su propio hechizo derritiendo su piel y cocinándolo vivo. 

Probablemente una de las muertes más desgarradoras de la serie, la de Dobby. Morirse desangrado por una herida de arma blanca no es una forma placentera de irse. Y lo que es peor, sufrió durante varios minutos; a diferencia de muchos de los otros personajes de esta lista, su muerte no fue rápida.

Además, no solo el final prematuro de Dobby fue doloroso para él físicamente, sino que fue inmensamente doloroso para los amigos que tuvieron que verlo morir, así como para nosotros, la audiencia.

Hablando de muertes dolorosas para todos, la de Snape se lleva el primer puesto. Creyendo que matar a Snape le otorgaría el control total sobre la poderosa Varita Sagrada, Voldemort aniquiló a su sirviente más “leal” de una manera innecesariamente brutal: le cortó el cuello con un movimiento de su varita, antes de ordenarle a Nagini que terminara el trabajo, como si abrir el cuello de alguien no sería suficiente para terminar por sí solo.

Solo uno de estos actos asesinos habría sido muy cruel por derecho propio, pero si los unes y obtendrás una muerte brutal. Para colmo, en sus últimos segundos debió ver los ojos de Harry que tanto le recordaban a Lily.