¿Qué decir de Emma Watson? Es, sencillamente, una de esas actrices que vimos crecer en pantalla y, a decir verdad, ya era hora de que le de dedicáramos esta sección. Nacida el 15 de abril de 1990 en nada menos que la ciudad de la luz, París, de padres ingleses y bajo el nombre de Emma Charlotte Duerre Watson, vivió en suelo francés hasta los cinco años. Luego, cuando sus padres se divorciaron, viajó a Inglaterra para vivir junto a su madre en Oxfordshire donde, desde los seis años, tuvo claro que quería convertirse en actriz.
Para alcanzar su sueño, Emma comenzó a entrenarse en la escuela Stagecoach Theatre Arts y a pesar de que participó en producciones teatrales de allí, previo a su participación en los films de Harry Potter, nunca había trabajado profesionalmente. En 1999, luego de ocho audiciones, Emma se convirtió en parte oficialmente del trío protagonista de Harry Potter y la piedra filosofal, junto a Daniel Radcliffe y Rupert Grint, lo que cambió su vida para siempre.
A lo largo de las ocho películas de Harry Potter, la performance de Emma Watson siempre fue destacada por la crítica. Tanto así que le ha valido varios premios, como por ejemplo un Young Artist Award, algunos premios Otto de la revista alemana Bravo y la adoración de fanáticos y fanáticas a lo largo y a lo ancho del mundo.
Sin embargo, los años de Harry Potter no siempre fueron fáciles. Como decíamos en un comienzo, Emma creció en pantalla y eso hizo que, muchas veces, su educación se vea complicada por sus compromisos laborales. De hecho, para las últimas películas de la saga, Emma Watson estuvo en duda, ya que la actriz quería dedicarse a estudiar. Por suerte, pudo terminar acomodando sus proyectos para terminar los films de Harry Potter y, también, luego, graduarse en la Universidad de Brown en Estados Unidos con un título en Literatura Inglesa.
Su primer papel fuera del mundo de Harry Potter se dio en el 2007, de la mano de la directora Sandra Goldbacher, en el film de la BBC Ballet Shoes. Además, un año después, prestaría su voz para el film The Tale of Desperaux, interpretando a la Princesa Pea. También por esos años, participó del vídeo musical de One Night Only, Say You Don’t Want It.
Luego del éxito de Harry Potter, Emma comenzó a explorar otros roles. El primero destacable fue, sin duda, en el 2012, en el film The Perks of Being a Wallflower, basado en la novela de Stephen Chbosky. Un año después uniría fuerzas con Sofia Coppola para la película The Bling Ring, donde interpretó a Alexis Neiers, una joven que se hizo famosa por estar involucrada en una banda de adolescentes que robaban en las casas de las celebridades.
En el 2013, además de en The Bling Ring, Watson participó en This Is the End, una comedia apocalíptica escrita y producida por Seth Rogen y Evan Goldberg. Un año después, en un cambio completamente de género, participó del film Noah de Darren Aronofsky, interpretando a una de las esposas a bordo del arca en uno de los roles que ella misma calificó como sumamente desafiante y exigente. A su vez, también le ofrecieron convertirse en Cenicienta para la adaptación live action de la clásica película animada, pero ella rechazó el papel “por no conectar con el personaje”.
En el 2015, Emma participó de los films Colonia y Regression, aunque ninguna de las dos fue muy apreciada por la crítica. Sin embargo, los especialistas siempre destacaron la labor de Watson.
Tendría que llegar el 2017 para que Emma Watson por fin se convirtiera en una princesa Disney, esta vez interpretando a Belle en la adaptación del clásico Beauty and the Beast, junto a Dan Stevens quien interpretó, obviamente, a la Bestia, el príncipe Adam.
En el 2019, Watson volvió a tomar un rol salido de la literatura bastante icónico al convertirse en Meg March, la hermana sobria de las March, en la adaptación tan aclamada de Mujercitas de Greta Gerwig.
Por supuesto, la actuación no es lo único que motiva a nuestra querida Emma Watson. Como decíamos anteriormente, la actriz se graduó de la Universidad Brown en Literatura Inglesa y, además, es instructora de yoga, gracias a lo que aprendió a sentirse en casa con ella misma. Además, la actriz también se dedica al modelaje, habiendo sido el rostro de marcas como Burberry, Lancôme y más, así como también una gran defensora de la moda sustentable.
Watson es una activista del feminismo, embajadora de las Naciones Unidas, donde dio el discurso de lanzamiento de la campaña HeForShe (que invita a los hombres a luchar también por la equidad de géneros), y además fundadora de un club de lectura feminista en la plataforma Goodreads llamado Our Shared Shelf. Fue a través de este club de lectura que, también, Emma se animó a reflexionar acerca del privilegio blanco, incluso dentro del feminismo.
Como si todo esto fuera poco, en el 2019 ayudó a lanzar una línea telefónica de ayuda para las personas que hayan sufrido acoso sexual en el área de trabajo y, además, formó parte del grupo de consejeros en igualdad de géneros del G7. También, en medio de la polémica con J. K. Rowling, Emma no temió a pronunciarse a favor de los derechos de las personas trans.
Con tantos intereses sobre la mesa, no es del todo sorprendente que Emma Watson haya decidido dar un paso al costado del mundo de la actuación. La actriz es una de las voces más inteligentes y comprometidas de su generación y, además, parece encontrarse en la búsqueda de formar una familia también. Sin embargo, no podemos no estar ansiosos por saber cuándo volveremos a verla en pantalla grande, ¿no?
