Estuvo nominada como Mejor película (musical o comedia) y Mejor actriz en la misma división en los Golden Globes. Pero al mismo tiempo, los infames Razzie Awards la nominaron como Peor película, Peor actriz principal y secundaria y Peor director.
Pero lo que realmente ha rodeado a Music (Sister) de polémica estos meses –y de allí su muy probable omisión por la cada vez más selectiva Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas– son los ataques de un sector de la comunidad autista en los Estados Unidos, que meses antes de su estreno (y obviamente sin haberla visto siquiera) arremetieron contra la directora, causando que a la postre el filme no tuviera la difusión debida, algo especialmente grave viviendo todos una pandemia de estas magnitudes.
¿De qué trata Music? Zu (Kate Hudson) es una joven adulta que, tratando una vez más de permanecer sobria y vencer su alcoholismo autodestructivo, se entera de que su abuela ha muerto, por lo que tendrá que hacerse cargo de su media hermana menor Music, quien padece autismo. La historia explora la forma en la que ambas hermanas “se encontrarán” una a la otra, a través de la imaginación musical de la menor.
Music es mucho más que un video musical de 107 minutos de duración. Y la “simbiosis” que logró con la joven actriz y bailarina Maddie Ziegler es algo que va mucho más allá de haber dado cuerpo y rostro a increíbles videos musicales como Chandelier, Big Girls Cry o Elastic Heart (este último con Shia LaBeouf): es porque justamente la bailarina sabe expresar –desde la punta de sus pies, hasta el último cabello de su cabeza– la música y letra de Sia, razón de sobra para interpretar al coprotagónico de la película.
En otro aburrido episodio de quejas e inclusión forzada por ciertos sectores, una supuesta actriz de la comunidad autista llamada Helen Z condenó a Sia en Twitter por “no incluir a ningún actor de la comunidad autista” en su película, la cual a su parecer carece de inclusión y por ende, deja sin derecho a la producción “a hacer algo de ellos, producido sin ellos”.
Sia respondió que tal vez no se le eligió “simplemente por ser mala actriz“, lo cual detonó una serie da ataques y ofensas que terminaron por hacer que la artista cerrara su cuenta en Twitter. Es decir, según sus detractores, NADIE es capaz de representar a un autista, si no es autista. Tal como se ha dicho de actores caucásicos interpretando personajes animados afroamericanos (por citar tan solo un ejemplo).
“La película es una carta de amor tanto a la comunidad autista como a sus cuidadores. Tengo mi visión única de la comunidad y siento que ha sido subrepresentada, así que me comprometí para hacerla. Si eso me hace una mierda, entonces soy una mierda, pero mis intenciones son fabulosas”, declaró Sia… ¡detonando una petición de más de 17 mil firmas para la cancelación de la película (cosa que, por supuesto, no sucedió)! El resultado: que lamentablemente Music pasó de largo para muchas distribuidoras, premiaciones y el público en general cuando para algunos –como un servidor es una de las mejores y más emotivas películas de la temporada, tristemente ausente en los decadentes Premios Oscar.
Y aunque Sia se disculpó después –cosa que francamente era innecesaria– la realidad es que agrupaciones como el Consejo Nacional para Autismo Severo de los Estados Unidos alabó el filme y la comprensión de esta afección.
¿Sabían que Atypical experimentó una crítica similar por no contar con actores autistas contando una historia de un adolescente autista? Así es.