Abril de 2021 fue un día de celebración para los fans del mangaka Nanashi (774) pues tras 10 volúmenes de Don’t Toy with Me, Miss Nagatoro (Ijiranaide, Nagatoro-san) finalmente se estrenaba la adaptación anime en Tokyo MX (acá por Crunchyroll), bajo la dirección de Hirokazu Hanai (Pokémon), con 12 episodios en su primera temporada.
¿Cómo fue que Nagatoro-san venció la polémica por “bullying”?
¿Qué podría salir mal, si incluso la distribución del manga fue un éxito previo en los Estados Unidos y otros países occidentales? ¡Ah, pues algo muy molesto, llamado “cultura de cancelación”!
¿Los cargos contra la pobre colegiala? ¡Bullying, sexualización y hasta pedofilia!
¿Es una exageración?
Por supuesto que sí. La historia trata sobre Hayase Nagatoro, una encantadora gal de secundaria quien vive molestando a su senpai, un chico tímido un año mayor que ella, que se encuentra en el taller de pintura de la escuela. A lo largo de la historia, es patente que a Nagatoro le encanta Naoto, pero su naturaleza “latosa” sumada a la personalidad introvertida del muchacho detona una serie de situaciones muy divertidas, donde dentro de las bromas y “burlas”, la chica se acerca cada vez más a él, incluso protegiéndolo de verdaderos bullyies.
¿Qué pasa entonces? Sencillamente que el grupo de gentes que han convertido este neogilismo en todo un movimiento para retirar apoyo a “personas u organizaciones que consideran inadmisibles” ha pasado de ser una medida preventiva a ciertos sectores a un auténtico “abuso del poder”, como cuando Homero y sus amigos forman una patrulla vecinal que se sale de control, en Los Simpson.
¿Son correctos los cargos?
Claro que no.
Ni siquiera hay que terminar de ver los 12 episodios en Crunchyroll para entender lo que ocurre en la historia, que en realidad y según su creador es lo que viven muchos chicos y chicas en la escuela, cuando las muchachas no saben cómo expresar su afecto y lo hacen “molestando” (de hecho, también pasa a la inversa).
El tema de pedofilia está totalmente fuera de contexto, pues ambos chicos son menores de edad, y aunque hay fan service en la franquicia, jamás hay relaciones sexuales explícitas o conductas que conduzcan a ello. Ahora, ¿despierta deseos sexuales en los adultos que leen el manga o ven el anime?
¡Eso ya es problema de los consumidores, pues no hay desnudos ni situaciones que normalmente generen esas situaciones! Es como si por que alguien ve “con otros ojos” a Eleven en Stranger Things, automáticamente hubiera qué censurar la serie… ¡por incitar a la pedofilia!
Lo más irónico es que varios individuos de esta misma generación de doble moral han insultado a la protagonista por el hecho de “verse morena”, al extremo de modificar ofensivamente el nombre de la serie como “Niggatoro–san“. ¡Vaya!
Por supuesto, cientos de fans (particularmente japoneses) condenaron los insultos, llamando a estas personas de occidente “racistas ignorantes”, pues Nagatoro simplemente es una gal que se broncea mucho.
Y lo mejor de todo esto...
Pese a esta campaña de desdén y “cancelación”… ¡la realidad es que Don’t Toy with Me, Miss Nagatoro ha sido un tremendo éxito, al grado de que la producción de Telecom Animation Film (Lupin III) confirmó el desarrollo de una segunda temporada, aunque sin fecha de estreno por el momento.
¿Quién ganó? El leal fandom de la obra (previos y agregados), así como una bonita historia que con su encanto vence esta clase de desagradables fenómenos sociales modernos.
No se pierdan la temporada 1 de la encantadora Nagatoro-san, exclusivamente en Crunchyroll.