La facilidad de Netflix encadenando éxitos deja sin palabras. Aún tenía pendiente meterme de lleno en Narcos, una serie que te devorarás de forma incontrolada. Un producto redondo que además de saciar tu alma seriéfila te hará descubrir una parte de la historia de Colombia tan apasionante como transgresora de la ley.
Basada en hechos reales
Es sabido que la realidad muchas veces supera la ficción y no hay mejor ejemplo de ello que Narcos: la historia de Pablo Escobar, narcotraficante y político colombiano al que se le vincula con el asesinato de más de 10.000 personas, quien entre los años 1989 y 1993 fue responsable de la muerte de 657 policías. Una vida de criminalidad, corrupción y asesinatos que no necesita de adornos complejos para construir una trama adictiva de principio a fin.
Te hace reflexionar
No es uno de esos shows televisivos que pura y únicamente entretiene. O sea: sí, la vas a pasar bien, pero también toca temas que son aún muy relevantes para la sociedad y te obliga a preguntarte, por ejemplo, cómo a pesar que Escobar murió hace más de 20 años, la corrupción y el tráfico de drogas siguen vivitas y coleando.
El poder del villano
Pareciera ser que la cadena Netflix es una experta jugando con villanos. El temido Pablo Escobar fue el líder del Cartel de Medellín y del grupo conocido como Los Extraditables, convirtiéndose en el hombre más poderoso de la mafia colombiana. Fue uno de los criminales más peligrosos del momento y logró una fortuna estratosférica. Organizó y financió una extensa red de sicarios y, con sus actos terroristas mediante varios métodos, entre ellos el empleo de coches bomba en las principales ciudades, desestabilizó Colombia y se convirtió en el criminal más buscado del mundo a comienzos de los años 1990.
Toda la serie se filmó en Colombia
El show se siente auténtico porque fue grabado en su totalidad en Colombia (menos algunas escenas que tomaban lugar en Miami). Te quita la respiración con tomas exteriores llenas de vida y color, y es que como casi nada se grabó en el estudio, la serie resultó más compleja de producir pero, también, mucho más impactante visualmente.
Esto me lleva a pensar que, quizás, se ha querido aunque sea, de modo solapado, mostrar la total riqueza que tiene Colombia más allá de lo que se quiere plasmar narrativamente.
Narrativa
Contar la vida de Pablo Escobar presenta un desafío y es exclusivamente narrativo: la construcción de una trama con un abanico de personajes muy amplio cuyas circunstancias cambian radicalmente de un momento a otro. Reto que Narcos logra sortear de forma brillante construyendo una narración con una libertad temporal superadora, capaz de contextualizar en el mapa, cuando hace falta, a cada uno de sus personajes. Una trama que adereza con imágenes reales de lo que se está reconstruyendo y de una voz en off que nos acompaña desde el piloto y sin la que esta serie no sería lo que es.
Elenco completamente internacional
La mayoría del elenco está conformado de Latinos que estrenan papeles. Pedro Pascal, de nacionalidad chilena, hace el papel del mexicano-americano Javier Peña, agente de la DEA. Stephanie Sigman y Ana de la Reguera, ambas mexicanas, se lucen haciendo de colombianas; Sigman como Valeria Vélez y de la Reguera como Elisa. El elenco de lujo también incluye a Luis Guzmán, André Mattos, Manolo Cardona, Paulina Gaitán, Diego Cataño y, por supuesto, el brasileño Wagner Moura interpretando a Pablo Escobar.
Escenas de alta frecuencia
Se ve absolutamente de todo: desde lo abstracto hasta lo concreto e innegable. Hay un montón de escenas de alto impacto, producto natural del negocio de la cocaína y esto incluye tiroteos; la cultura del derroche y chantajes sexuales; pero la serie igual muestra líos políticos, la frustración de dos agentes dedicados que lo viven todo y las consecuencias que hasta hoy enfrentamos como sociedad ante el tema del tráfico de drogas.
Producción de otro nivel
El estilo cinematográfico de Padilha es épico y dramático: sus colores vibrantes y esa onda muy similar a la vista en Tropa de Elite que casualmente también fue producida por él.
No muestra sólo una campana
Por supuesto que el comienzo de la serie se enfoca en Pablo Escobar, pero también explora muchos otros temas: muestra la guerra contra las drogas a través de distintos matices, la vivimos desde la perspectiva de los agentes de la DEA pero también de los narcos, aunque siempre, debemos reconocer, se expone un mensaje anti-droga.
Conclusión
Una trama con mucho gancho, una narración detallada y unos guiones brillantes cierran el círculo con la frutilla del postre: un reparto sustentable. El exitoso casting de reparto consigue que el espectador no tenga que hacer ningún acto de fe para creer en la implícita nacionalidad colombiana de los personajes. Dar vida a Pablo Escobar y a sus sicarios no es fácil, pero el reparto de Narcos consigue eso y mucho más.