Debemos admitirlo: la nueva serie de Netflix ambientada en los ’90 resultó ser un relato sumamente decepcionante. Con personajes estereotipados hasta la exageración y un guion que apenas se atreve a explorar el deseo sexual de la protagonista- el único conflicto realmente interesante de la trama- pareciera que el gigante de streaming se ha conformado con vender un producto prefabricado donde lo que prime sea la nostalgia adolescente.
A pesar de que Everything Sucks! sea un coming of age no del todo convincente, desde It’s Spoiler Time decidimos sacarle el jugo a la serie con las referencias de aquella época rara de nuestra vida. En esta nota te presentamos varios estilos, objetos, películas y discos que seguramente te produzcan alguna que otra mueca.
1 La mascota virtual
¿Quién no tuvo un Tamagotchi en los ’90? Originario de Japón, este juguete electrónico con forma de llavero fue uno de los primeros en introducir a los niños en el mundo de las realidades virtuales. Su nombre provenía de las palabras “tamago” y “tomodachi” que en japonés significan “huevo” y “amigo”. El juego consistía en cuidar de una mascota pixelada a la que debías alimentar, bañar, hacerlo dormir y regañarlo en caso de ser necesario. Este pequeño animal podía enfermarse y morir si no era atendido a tiempo, por lo cual los chicos solían llevarlo al colegio y estar pendientes de él las 24 horas, como sucede actualmente con los celulares y las redes sociales.
2 Las no tan queridas precuelas de Star Wars
En el pasillo de la preparatoria, los amigos McQuaid y Tyler discuten sobre el revival de la franquicia espacial de George Lucas. Si, hablamos de las controvertidas precuelas de Star Wars que narraban el origen y el ascenso al poder del icónico personaje de Darth Vader. La primera de ellas, titulada Star Wars Episodio I: La Amenaza Fantasma, tuvo su estreno en 1999 y contó con la presencia de Natalie Portman como la joven Padme Amidala y el ex actor Jake Lloyd en el rol del pequeño Anakin Skywalker, en ese entonces un esclavo del planeta Tatooine. Más tarde, esta nueva trilogía se completaría con la llegada de Star Wars Episodio II: El Ataque de los Clones (2002) y Star Wars Episodio III: La Venganza de los Sith (2005).
3 Internet Explorer
¿Nunca te has visto obligado a conectarte a través de Internet Explorer? Pues entonces, déjame decirte que no sabes nada sobre la paciencia. Este navegador estrella desarrollado en 1995 significó todo un suceso que rápidamente entró en competencia con el exitoso Netscape en un periodo conocido como la Guerra de navegadores. Además del chirrido insoportable que debíamos escuchar cada vez que buscábamos conexión, el browser más popular de los ’90 tardaba años luz en abrir una página y su sistema era tan vulnerable que los piratas de la web podían colocar software malicioso a como les diera la gana. Pese a todo, Internet Explorer se ha ido aggiornado con el paso del tiempo dando lugar a nada menos que once versiones de este. En 2015, la empresa Microsoft anunció la eliminación del navegador y su reemplazo por Microsoft Edge para Windows 10.
4 Esos raros peinados nuevos
La coleta hacía el costado y el flequillo cepillado que permanecía de la década anterior es indudablemente un peinado bien de la época. Pero no era el único. La actriz Jennifer Aniston también supo marcar tendencia con su cabello en Friends. El popular corte conocido como “The Rachel” consistía en varias capas en degrade y por arriba de los hombros que le otorgaba volumen al pelo. Otro peinado infaltable eran las mechas rubias bien gruesas y el estilo grunge de pelo salvaje.
5 Las minimochilas
Además de la riñonera, otro accesorio popular de la época y que hoy en día también sigue marcando tendencia era la minimochila. Cómodas, llamativas y con decenas de variantes de modelo y tela (hasta las había de plástico transparentes, con brillos y holográficas), este objeto XS era fundamental dentro de la moda juvenil.
6 Todas queremos ser Gwen Stefani
La década de 1990 significó también esa etapa de tu vida en donde podías salir a la calle con el símbolo del tercer ojo en la frente y nadie te preguntaría si te habías apuntado a alguna religión hindú. Por aquella época, el Bindi se había convertido en parte del estilo de Gwen Stefani, la líder de No Doubt. Con pantalones a cuadros, tops, botas militares y los rodetes en toda la cabeza bautizados Space Buns en honor a los de la Princesa Leia, nuestra adorada Gwen imponía su propio outfit ska pop.
7 El accesorio favorito de toda adolescente
Reconocelo, alguna vez los has llevado puestos. Estos raros accesorios con forma de chupete de colores se usaban tanto como anillos, colgantes o llaveros.
8 Game Boy
Quienes hayan nacido en el siglo XXI puede que tampoco sepan de que se trataba este modesto dispositivo portátil con el que solíamos pasar horas jugando. El Game Boy clásico era una mini consola de 8 bits fabricada por Nintendo que se alimentaba a base de pilas. Al igual que con el Family o el SEGA, los videojuegos venían en cartuchos a los que debíamos soplar cada vez que que no funcionaban. Algunos de los juegos más populares eran el Tetris, Super Mario Land, Donkey Kong, Pokemon y el Zelda: Link’s Awakening. Recién en 1998 apareció la primera Game Boy Color, una joya tecnológica incomparable para los chicos de aquel entonces.
9 El auge del Britpop
Cuando Luke llega a su casa con Kate abre el buzón y se encuentra con la sorpresa de un nuevo disco que acaba de salir al mercado. Se trata de (What’s the Story) Morning Glory? de Oasis, el segundo álbum de la banda británica liderada por los hermanos Gallagher. Este exitoso disco contenía un himno noventoso que probablemente hayas coreado en más de una ocasión: Wonderwall. Junto con su rival Blur y otras tantas bandas de principios de los ’90, los chicos de Manchester fueron identificados como parte de una nueva movida musical denominada Britpop, que incluía melodías contagiosas y canciones guitarreras en homenaje a los clásicos grupos ingleses. Para cuando Kurt Cobain se fue en 1994, el grunge dio un paso al costado y los europeos comenzaron a marcar la cancha.
10 Hijos del VHS
Si bien el arribo de los VHS (Video Home System) comenzó a popularizarse en los ’80, hasta los 2000 con la aparición del DVD estas reliquias conformaron todo un ritual hogareño por excelencia. ¿Quién no recuerda esas salidas al videoclub, aquellas fabulosas tapas de películas de acción y terror o el hecho de tener que reservar con varias semanas de anticipación algún codiciado filme? Sin dudas, el formato de cine doméstico transformó la industria audiovisual influenciando a toda una generación de fanáticos y nuevos cineastas que podían ver compulsivamente una y otra vez sus cintas preferidas.