A falta de buen terror, Noche sin Paz nos da una violenta (y entretenida) Navidad
Me declaro en contra de las típicas películas navideñas que inundan las plataformas y la televisión en estos días. Yo sé que es tiempo de amor, paz, felicidad y buenos deseos, pero a veces pienso que creemos en una falacia; por eso creo firmemente que una película como Violent Night (Noche sin Paz) es la mejor opción para ver en familia y revalorar lo que hemos perdido acerca de este tiempo del cual hemos olvidado la verdadera esencia.
Tammy Wirkola, el director de esta comedia navideña que rompe con todo lo que suponemos debe ser una una película de esta temporada, demuestra que para transmitir un mensaje positivo no es necesario ser tan empalagoso o cursi. Wirkola nos trajo una gran película de culto, Zombis Nazis (2009), y Hansel y Grettel (2013). El director sabe combinar muy bien lo comercial con un estilo propio y hacerlo funcionar. No es extraño que Violent Night (Noche sin Paz) tenga un estilo muy peculiar en su manufactura.
Violent Night (Noche sin Paz) nos cuenta la historia de un Santa Claus que ha perdido la fe en sí mismo y en la humanidad. Esta Navidad será su última hasta que la carta de una niña lo hace cambiar de parecer… A su vez, debe rescatarla junto a su familia de unos mercenarios que quieren matarlos.
Se debe dejar muy en claro que es una película simple para disfrutar en familia pero que también tiene litros de sangre y violencia ya que tenemos a un Santa Claus molesto y decepcionado. Aún así, les aseguro que es muy divertida y pasarán un rato increíble disfrutando de un mensaje positivo con una forma muy distinta de transmitirlo.
David Harbour nació para ser este personaje y no dudo que esta historia vaya a continuar al ser un rol que funciona bastante bien, carismático y con matices que valen la pena disfrutar con la familia. Se disfruta la forma en que David pasa de la ira incontenible a la ternura.
Cómo dije al inicio: Violent Night (Noche sin Paz) es una película para pasar un buen rato. No creo que vaya a ser el clásico navideño, pero sí vale la pena disfrutarla con la familia y divertirse con un humor negro y ácido esta Navidad.