Este era ya el segundo año en que el drama de fantasía inspirado en la historia de Washington Irving se encontraba dentro de una auténtica burbuja de incertidumbre. Sleepy Hollow fue un éxito en su debut de 2013, pero pasada la 2da entrega, comenzó a decaer. La situación puso en boga a Fox, canal que volvió a apostar a la serie. Sin embargo, la decisión de matar a la protagonista en el season finale pasado acabó sentenciando un show que se perfilaba como clásico.
El 31 de marzo se resumió la cuarta temporada, que ahora se ha convertido en ese temido series finale. El propio jefe de la señal reconoció que mantener en pie una ficción los viernes por la noche es durísimo, aunque Sleepy se coronó con un muy buen 3.2 millones de espectadores en promedio. Como siempre, no alcanzó, y ahora Ichabod Crane y compañía son las nuevas víctimas de la guillotina televisiva, tras más de sesenta episodios al aire.