Netflix no se caracteriza por hacer recortes de este tipo, pero a medida que su popularidad crece, puede que sea necesario hacer una limpieza. La primera temporada de Bloodline fue un éxito indiscutido, con grandes números de audiencia y excelentes críticas. Sin embargo, parece que no ocurrió lo mismo con la última entrega, cuyo estreno tuvo lugar el pasado 27 de mayo.
Fuertes rumores sobre la cancelación de la serie


Por el contrario, la prensa se ensañó bastante con la 2da entrega de esta coproducción con Sony, y se dice que su audiencia tuvo una considerable baja con respecto a capítulos anteriores. Lo que más perjudicaría esta situación que ya bastante mal se ve, sería el hecho de que el beneficio fiscal que la producción recibía por parte del Estado de Florida para el rodaje del show, ya ha sido retirado.

Con este panorama, los costos aumentarían en demasía, y serían la razón principal para no continuar con una tercera temporada del drama de la familia Rayburn. Sólo resta esperar una confirmación oficial por parte de Netflix, o el silencio total y la continuación de Bloodline como si nada hubiese ocurrido. ¡Cuánta tiranía!