Según un reporte de Variety, cada episodio correspondiente a la temporada final de Game of Thrones costará unos 15 millones de dólares en ser realizado. Una buena manera de notar cuán exagerado es ese número, es ponerlo en contraposición al presupuesto de Westworld, por ejemplo, que invirtió 10 millones en su primera temporada. Incluso la propia GOT llegó a cifras de 6 millones en temporadas anteriores, pero jamás esta cantidad insuperable.
Claro que si tenemos en cuenta que estamos hablando de una de las series/franquicia más exitosas de los últimos tiempos, esa que ha generado ganancias de TODO tipo alrededor del mundo gracias a un nivel de fanatismo extremo, pues el hit de HBO merece estar donde está. Ahora, pensemos en los traslados, porque sabemos que toda esa acción en Westeros es sólo ficción y que en realidad el show es rodado en innumerables locaciones, las cuales incluyen: Belfast (Irlanda del Norte), Malta, Croacia, Islandia, Marruecos… Para cuando arribamos a la 3ra temporada, se rodaba hasta en tres sitios al mismo tiempo, algo impensado para la televisión; a excepción de Sense8 en Netflix.
Y pensar en diferentes lugares es pensar también en diferentes equipos de trabajo, diferentes extras, viáticos para todos ellos, nuevos vestuarios, etc. Por último, lo más relevante de la S7: los dragones. Un sólo episodio de la más reciente temporada tenías más escenas con estas míticas criaturas que toda la 6ta entrega junta. Imaginen todo ese presupuesto en trabajo digital. Sea como sea, se avecina algo épico; algo de dimensiones desconocidas; algo a lo que llamaremos: LA ÚLTIMA TEMPORADA DE JUEGO DE TRONOS.