Si hay algo peor que una mansión fantasmal es una asediada por fanáticos de la maravillosa antología de terror de Ryan Murphy. Según informa THR, La actual pareja propietaria de Murder House, la casa maldita que dio vida a la primera temporada, inició una demanda a su viejo dueño por no haberles revelado que se trataba de una “‘atracción turística macabra”.
Sí, puede que estos sujetos vivan adentro de un taper y nunca hayan leído si quiera una reseña en la web sobre la mansión Rosenheim en Country Club Park, pero lo cierto es que la omisión del dueño no resulta nada inocente. La pareja ha revelado que los fanáticos obsesionados de American Horror Story han violado numerosas veces los terrenos de la propiedad y hasta han entrada en ella, causándoles varias molestias.
La mansión, construida en el 1900 por el reconocido arquitecto Alfred Rosenheim, fue adquirida en 2015 por la pareja por un monto de nada menos que $3.2 millones de dólares. Luego de la primera temporada, fue usada nuevamente como locación para las historias de Roanoke, Hotel y ha vuelto a aparecer el pasado 17 de octubre para un capítulo de la actual temporada titulada Apocalypse.
Como si fuera poco, los dueños aseguran que la mansión está encantada y que sienten la presencia de dos entidades paranormales. ¿Serán Violet y Tate jugándoles una broma? Al fin y al cabo, quizás esto sirva para que Murphy encuentre allí un buen relato para otra temporada.
