Ranking de los personajes del menos al más querido
Una de las series que más ha cautivado al público durante los últimos años es One Day at a Time, una comedia familiar llena de lecciones y de un gran corazón por compartir la riqueza de la familia, la amistad, los valores y además siempre poniendo atención a los problemas que se viven en el entorno social, todo ello representado a través de los Álvarez, un conjunto bastante peculiar que, con sus idas y venidas, ha logrado que nos encariñemos.
Es así que hemos decidido enlistar a los 6 personajes principales de la serie, del menos al más querido.
6 Dr. Leslie Berkowitz
Leslie, como se le conoce de forma coloquial, se integró a la familia al ser el eterno pretendiente de Lydia, quien por cierto solo lo ve como un amigo que le da ciertos beneficios. Aún así, este atolondrado doctor con carácter muy pacífico, encontró en los Álvarez el cariño que tanta falta le ha hecho por muchos años.
Su corazón sincero es lo que más se le puede apreciar, aunque no podemos negar que su constante pasividad es algo que nos puede desesperar, tanto como a Lydia.
😛
5 Schneider
El dueño del edificio donde viven los Álvarez y además el encargado del mantenimiento del mismo podría ser el tipo más bueno para nada –y en parte lo es cuando se trata de trabajar– pero su gran entusiasmo por la vida, mismo que le contagió la familia protagonista, lo ha hecho ganarse un lugar como miembro adoptado del conjunto.
Podrá no tener la habilidad deseada cuando se trata de herramientas, pero sí tiene la capacidad de saber cuando alguien más se encuentra mal y buscar brindarle todo lo mejor de sí. ¡Pero que ningún amorío se le interponga, porque pierde la cabeza!
4 Alex Álvarez
Alex ha pasado de ser un niño a convertirse en un adolescente desde que comenzamos la serie. El Papito de la familia ha tenido que aprender lo que es ser un hombre a través de lo que su madre, su hermana y su abuela han vivido. A través de su imagen se reconceptualiza la figura masculina de un hombre en el núcleo familiar.
Además de todo eso, no podemos negar lo encantador y seductor que puede llegar a ser.
🙂
3 Penelope Álvarez
Una veterana de guerra estadounidense, de ascendencia cubana, tratando de sacar adelante a su familia como una madre soltera en una sociedad gobernada por la fuerza republicana es tal vez la descripción más breve de esta mujer. A través de su mirada conoceremos su duro proceso por reintegrarse a la vida cotidiana después de presenciar el horror del combate en primera persona.
La angustia por ser una gran madre, una gran hija y a la vez una mujer que busca amar de nuevo es el conjunto perfecto para un personaje tan complejo que se inserta en una historia cómica que aminora el golpe de esta fuerte combinación.
2 Elena Álvarez
Al igual que otras series, One Day at a Time apuesta por abrirle la puerta a la diversidad, y no como una cuestión de agenda, ni tampoco de una manera políticamente correcta, sino con el único propósito de visibilizar una realidad de la que hasta hace unos años no se hablaba por miedo a enfrentarse a la sociedad.
En la serie lo vemos en el caso de Elena, la hija mayor de la familia, quien además tiene una constante lucha social por mejorar el entorno donde vive en todos aspectos, pero al mismo tiempo aprende que no puede prescindir del apoyo y del cariño de la gente que la rodea, y que sus comodidades/privilegios también pueden ser un problema y ayuda al mismo tiempo, dejando claro que no todo es tan negro como parece, pero tampoco tan blanco.
1 Lydia Riera
Darle el número 1 a la integrante mayor de la familia Álvarez puede ser algo controversial. Algunos la aman, otros la quieren menos, pero nadie la odia. Porque, seamos sinceros, ¿quién podría odiar a alguien de esta familia? Nadie, absolutamente nadie.
Lydia es el mejor personaje de la familia porque pese a todas las adversidades que vivió al abandonar su Cuba querida, su alegría, su dramatismo y su amor por vivir es lo que han hecho que esta mujer siga pa’lante. Además debemos reconocer que sus viejas ideas son un parámetro para distinguir cómo ha cambiado el entorno social y reconocer qué se ha hecho bien y qué se ha hecho mal. Ella, chapada a la antigua, pudo desechar sus juicios sobre la homosexualidad para aceptar la orientación de su nieta desde el sentimiento más puro: el amor.