Desde que Pixar empezó a incursionar en el mundo animado de la cinematografía con su primer largometraje (Toy Story, 1995), sin duda alguna nos ha regalado enormes y grandes joyas narrativas y visuales, que tanto chicos como grandes han atesorado y amado a lo largo de los años. Desde impecables obras como la propia Toy Story, pasando por el mundo de los superhéroes con The Incredibles o la emotiva relación de un padre e hijo en Finding Nemo, el exitoso estudio ha construido y fortificado sus cimientos y genialidad a través de diversos directores y orquestadores como John Lasseter (Toy Story), Pete Docter (Monsters, Inc.), Andrew Stanton (Buscando a Nemo), Lee Unkrich (Toy Story 3) y Brad Bird (The Incredibles). Y aunque en los últimos años su frescura ha sido duramente cuestionada, dentro de sus entrañas logra generar nuevas historias como Onward (Unidos), una ficción creada en el imaginario de su director y escritor Dan Scanlon, cuya intención promete convertirse en un tesoro mágico como parte de los emblemas que la nueva década presenciará sobre el famoso estudio de animación.
De la fantasía mezclada con una sólida hermandad, pero…

Historia de fantasía y aventura que nos lleva a conocer a dos entrañables hermanos conocidos como los Lightfoot, Ian y Barley, quienes se pondrán en marcha en una épica aventura para descubrir la existencia de la magia y así poder pasar un último día con su padre, quien falleció cuando ellos eran todavía pequeños. Las voces de los hermanos Lightfoot en su versión original, son interpretadas por los actores Tom Holland y Chris Pratt, quienes han trabajado previamente y de la mano en Avengers: Infinity War y Avengers Endgame.
Una de las primeras impresiones acerca de esta majestuosa producción es que mantiene una estética un tanto distinta a lo que ya nos tiene acostumbrados Disney/Pixar, y aunque no es extraordinaria, su belleza impacta por lo majestuoso de su repertorio de personajes y el universo fantasioso que nos remonta a grandes clásicos de los videojuegos como Tibia, Calabozos y dragones o World of Warcraft, mezclado de manera justa con la cotidianidad que se vive en nuestro momento actual. La fantasía que combina este nuevo universo la vuelve un gancho idóneo para todos los amantes de los juegos de rol y de aventura medieval, ya que la trama nos lleva por un camino similar, respetando a cabalidad las historias de origen y la función que representa la misión que los hermanos Lightfoot han emprendido. Los elementos mágicos como la Enchanted Staff, la furgoneta Guinevere o Manticore, son un plus que enamora a los fans de Disney.

Además el hecho de que el sello sentimental está presente, pues Dan Scanlon, a través de una historia personal, refleja de maneja brillante una emotividad profunda y directa. La relación de los hermanos, tan quebrantada en un inicio, va desarrollando un vínculo afectivo digno del melodrama más desgarrador hacia su final, algo que promete derretirá tu corazón.
La variedad en cuanto a sus características internas, gustos y motivaciones, los vuelve un complemento bien balanceado para que la audiencia logre conectar en ambos sentidos, además de que poseen una madre sumamente empoderada que llegará hasta las últimas consecuencias con tal de rescatar y poner a salvo a sus pequeños retoños.
Las voces juegan a la perfección con la tonalidad de cada situación y la complicidad que se genera entre Pratt y Holland trasciende la pantalla.

Pero...
Tal vez esta cinta peca un poco en su inicio, ya que se muestra tibia y poco fluida para con su construcción, generando cierta incertidumbre y tedio con respecto a los personajes e historia. El hecho de que no logra detonar de manera exponencial su basto mundo o su fuente principal que es la magia, hace que la película transite por los caminos de los trabajos bien hecho de Pixar, pero no los excepcionales. Lo acartonado de los personajes también genera cierta discrepancia para con su emotividad y el hecho de que la situación se resuelva de forma sumamente sencilla, sin representar ningún aspaviento, la torna un poco floja argumentalmente hablando.
Además, en esta ocasión el soundtrack que acompaña a la trama deja bastante que desear y no genera impulsos en el espectador, algo que sorprende y decepciona.

En resumen
Dan Scanlon sabía a la perfección lo que pretendía contar a través de esta épica llamada Onward (Unidos). Una cinta que llega para enternecer a toda la familia y recordarnos lo grandioso que es el amor y el compañerismo entre hermanos, así como la importancia de disfrutar a nuestros seres queridos cuando los tenemos a nuestro lado.
Qué mejor que vivir una fantasía y recordar la magia de vivir.
