No es que nos sorprenda, pero Benedict Cumberbatch ha vuelto a dar pruebas de porqué es considerado uno de los mejores actores de esta época. El actor que le dio vida a Sherlock en la televisión y a Dr. Strange en el cine (entre tantos otros) se vistió de Patrick Melrose en la miniserie de Showtime basada en las novelas de Edward St. Aubyn.
Esta miniserie deja en claro que Benedict Cumberbatch es más que Holmes
La miniserie consta de cinco episodios de una hora cada uno, titulados de la misma manera que las novelas de Edward St Aubyn: Bad News, Never Mind, Some Hope, Mother’s Milk y At Last. Estos cinco episodios recorren, con flashbacks y flashforwards, la vida de Patrick Melrose, un joven de la clase alta británica que debe enfrentarse a sus adicciones y demonios interiores tras enterarse de la muerte de su padre.
Esta pérdida despertará en Patrick un torrente de recuerdos que lo perseguirán durante muchos años. Detrás de la fachada de la familia de clase alta, snob y perfecta, se escondía un padre abusador y una madre negligente, que se escudaba tras el alcohol para no ver su realidad.
Por supuesto que no todo el mérito es de Benedict Cumberbatch, junto a él se encuentran Hugo Weaving, interpretando al monstruoso David Melrose, y Jennifer Jason Leigh, como la madre de Patrick, Eleanor.
El matrimonio Melrose, a través de los años, mostrará su desgaste, pero siempre enmarcados en la belleza de una propiedad en Francia, donde el pequeño Patrick comenzaba a experimentar los horrores del abuso sexual, así como los propios deseos de autodestrucción.
Como las novelas de Edward St. Aubyn, Patrick Melrose es una comedia dramática, llena de humor negro, que se dedica a desnudar a una sociedad que se ocupa más de las apariencias que de proteger a un niño de 8 años.
Es destacable también la actuación de Sebastian Maltz, quien hace su debut en televisión interpretando al pequeño Patrick, el aterrorizado niño que vivía escondiéndose en los viñedos de la casa de Francia para no tener que enfrentar a su padre. El trabajo de este niño es absolutamente conmovedor y fundamental para el desarrollo de la serie, con sus idas y venidas del pasado al presente y al futuro.
Sebastian Maltz parece el candidato perfecto para interpretar a un Benedict Cumberbatch que nos va a dejar pensando a todos en las enormes chances que tiene de ganar un Emmy. Benedict interpreta a Patrick en tres momentos diferentes: los 80, los 90 y los 00.
Patrick Melrose es un personaje muy rico, que no sólo cargará con el trauma del abuso, sino que lidiará con todo tipo de adicciones, y Benedict será el encargado de ponerle el cuerpo a semejante trabajo. Las luchas de Patrick por limpiarse, mientras intenta reconciliarse con la historia familiar serán memorables. Cuando todo parece marchar bien, las recaídas lo atacan en cada esquina. El trabajo físico de Benedict Cumberbatch nos recuerda, en parte, a las escenas finales de The Imitation Game, film en el que también se lució.
Además, la serie cuenta con una cinematografía esplendorosa. Cada escena parece un cuadro perfecto. Los colores, los paisajes, la música, todo está en perfecta sintonía para brindarnos un producto de la más alta calidad.
Sin duda, me atrevo a pronosticar que Patrick Melrose será una de esas miniseries que arrasará en la temporada de premios. Los cinco episodios son exactamente igual de perfectos, con actores que se comprometen y dan vida a unos personajes terribles, difíciles de ver, pero que terminan narrando una historia inolvidable y dura, sin caer en el golpe bajo, enmarcados en unas escenas maravillosas.
