La familia Ochoa es completa de paramédicos que todos los días responden llamadas de pacientes que necesitan asistencia médica tras sufrir un accidente. La Ciudad de México tiene tan solo 45 para más de 9 millones de habitantes, y el trabajo de los Ochoa se vuelve importante, y eso que no tiene ayuda ni reconocimiento por parte del Estado. ¿Qué significa esto? Que los que conducen las ambulancias deben enfrentar contratiempos que resolverán de manera ilícita, a través de sobornos o siendo poco éticos, afectando así al bolsillo de los propios damnificados.