Los personajes que más odiamos de Midnight Mass

Terminamos Midnight Mass y nos dejó con una sensación agridulce en la boca, sobre todo porque nos frustramos con las decisiones que algunos personajes tomaron bajo la influencia de su fe cegadora.

Por eso queremos compartirte el ranking de los personajes que más odiamos a lo largo de los 7 episodios.

Struge fue uno de los feligreses más importantes para la misión del padre Paul y Bev, pues él se encargó de descomponer los barcos, la electricidad y las comunicaciones de los habitantes de Crockett Island. Sin embargo, entendemos que era una persona muy fácil de manipular y al final sintió arrepentimiento. Struge intentó salvar a un hombre no creyente, pero Bev lo impidió. Ahí entendió que a su congregación solo le interesaba salvar a los suyos… sin importar si el resto también era buena gente.

Si bien los padres de Leeza no comenzaron todo, si fueron una influenza bastante grande en los demás pobladores del pueblo. El señor Wade Scarborough era el alcalde  y no dudo en tapar lo que pasaba con el padre Paul y su iglesia, en cierta parte, por el milagro que hizo por su hija. Aun así, al final, él y su esposa pusieron a Leeza en peligro al querer obligarla a suicidarse junto con ellos para vivir eternamente.

El padre Paul se encuentra en el tercer lugar porque al final aceptó que lo que había hecho fue por egoísmo y no realmente para salvar a su congregación. El padre Paul solo deseaba tener una segunda oportunidad con Mildred y su hija Sarah, pero en el camino, condenó a todos. Y, por supuesto, no podemos olvidar que trató de justificar sus asesinatos diciendo que fue obra de Dios.

El ángel nunca habló durante toda la serie, pero aun así fue uno de los personajes que más miedo y aberración nos causó. Su presencia estaba más alejada de lo celestial y más cercana o lo infernal. Manipuló al padre Paul para alimentarse de los pobladores de Crockett Island y terminó matando a uno de nuestros personajes favoritos: Erin Greene.

A pesar de que el padre Paul fue quien inició todo al traer al ángel consigo a Crockett Island, la villana de esta historia es Bev y su fanatismo religioso. En nombre de Dios fue capaz de todo. Ella se creía inocente y una víctima, pero fue quien manipuló desde el principio al padre Paul, haciéndole creer que lo que hacía, por más horrible que fuera (como asesinar), era obra de Dios, pues él así lo quería. Bev solo usaba las biblia para justificar su odio hacia las personas no creyentes del pueblo, como el Sheriff Hassan. Bev en realidad fue quien condenó a todos los pobladores de la isla y no el padre Paul.