La serie de Guillermo del Toro y Chuck Hogan, The Strain, basada en la Trilogía de la oscuridad que ellos mismos escribieron, nos mostraba un mundo apocalíptico en el que unos vampiros muy particulares empezaban a apoderarse de todo. En tiempos como esos, los héroes surgen de los lugares menos pensados. Vasiliy Fet es uno de esos héroes que, de llegar el fin del mundo, todos deseamos tener en nuestro equipo.
Surgido de las huestes de la división de exterminadores de plagas de Nueva York, Vasiliy no necesita grandes conocimientos científicos para darse cuenta de que algo va mal en su amada ciudad. Con sólo ver la migración de las ratas, percibe que una nueva plaga acecha en las alcantarillas.
Así, por instinto, se une a la lucha contra los strigoi, esos vampiros que también tienen algo de zombies, que están decididos a ser los nuevos pobladores de Nueva York.
De raíces ucranianas, Fet tiene una relación algo compleja con sus padres, a causa de su decisión de convertirse en un exterminador de plagas y no en un arquitecto. Su bisabuelo sirvió junto a Thomas Eichorst en los campos de exterminación de la segunda guerra mundial. Sin embargo, Vasiliy no tiene nada que ver con esto. De hecho, es el personaje que más cercano se vuelve al Doctor Setrakian, de orígenes judíos.
Fet es, claramente, el brazo armado de la humanidad que intenta resistir a la epidemia de strigoi. Fuerte, rápido e ingenioso, es letal para los vampiros. Además, es poseedor de unos conocimientos acerca de Nueva York que ninguno de los otros personajes tiene, incluyendo los túneles que la recorren, convirtiéndolo en el cazador perfecto de vampiros.
Además de su estrecho vínculo con Setrakian, Fet tiene otra gran compañera durante las temporadas de The Strain: Dutch. Por momentos romántica, por momentos tensa, su relación es una de esas magias que suceden durante el fin del mundo. A pesar de que ella siempre fue un poco difícil de entender, eso no le impidió a Fet acercarse y entregarle toda su lealtad. Juntos, eran una combinación explosiva, capaz de llevar adelante las tareas más difíciles.
Por suerte, cuando la humanidad gana la batalla, Fet y Dutch también tienen su final feliz.
Poseedor de un humor muy particular, un acento de Brooklyn inconfundible y una personalidad que lo mantenía siempre listo para la acción, durante la última temporada de The Strain, Fet unió fuerzas con un personaje inesperado: Quinlan.
Su bromance fue un regalo televisivo que no sabíamos que necesitábamos: ambos hombres (bueno, hombre y mitad hombre, mitad vampiro) duros, muchas veces no lograban congeniar, pero entre ellos había un respeto que mucho se parecía a la amistad.
Fet es uno de los pocos sobrevivientes a la lucha contra The Master. Y, en lugar de vanagloriarse como uno de los grandes luchadores que defendieron a la humanidad, simplemente volvió a su vida cotidiana de exterminador. En realidad, casi que nunca la había abandonado, solo había cambiado de especie.