El personaje elegido para nuestra sección de hoy casi que no necesita presentación. Es uno de los rostros de una de las series más aclamadas por la crítica y los fans y, probablemente, uno de los personajes más queridos de los últimos tiempos. Yeah, Jesse Pinkman, b*tch!
El personaje encarnado por Aaron Paul sin duda ha dejado marcas en todos nosotros. Desde su forma de hablar hasta las incógnitas acerca de qué sería de él una vez terminada Breaking Bad. El joven Jesse Pinkman, proveniente de una familia de clase media alta que lo desprecia por sus elecciones de vida, termina envuelto con su ex profesor de química, el señor Walter White, cocinando metanfetaminas. Esta asociación lo llevará a lugares que nunca había imaginado.
Jesse, que era un cocinero de metanfetaminas y traficante bastante mediocre, da un salto de calidad con su unión con Mr. White, ya que este sabe todos los trucos para hacer la meta más pura de la zona. Sin embargo, este salto le costará muchas cosas a Jesse, que pasará de ser un joven despreocupado y un poco cabeza hueca a tomar decisiones terribles y a sufrir enormes traumas. Quizás por eso todos lo queremos tanto: lo vemos como a una víctima más de Walter White.
No es que Jesse fuera precisamente un pan de Dios, pero antes de Walter su forma de traficar era a mucha menor escala, de forma alocada, viviendo el día. La obsesión de Walter por conseguir dinero lo terminó llevando a lugares muy oscuros.
Además, por supuesto, tampoco podemos olvidar que Jesse siempre fue un adicto. Con mejores y peores momentos, pero su relación con la droga era tanto como consumidor como cocinero y vendedor. Sin embargo, durante las cinco temporadas de Breaking Bad, Jesse crece y cambia tanto que hasta lo vemos atravesar su periodo de rehabilitación, pero esto tampoco termina haciéndolo feliz. Al contrario, Jesse termina aceptándose como una mala persona que está condenada a pasarla mal y hacérsela pasar mal a los que tiene alrededor.
Su sensibilidad para con los niños y su relación con Jane son tal vez los momentos que más nos hacer querer a Jesse, porque nos demuestran que detrás de esa fachada de chico al que no le importa nada y de pseudo- criminal a las órdenes de Walter White, hay un ser humano que busca conectar con los otros y que tiene un corazón y una consciencia. Y es Walter, en general, quien termina destruyendo todas las conexiones que Jesse logra establecer. ¿Cómo perdonarle que haya dejado morir a Jane? ¿O que haya envenenado a Brock?
Sobre el final de Breaking Bad la relación entre estudiante y maestro ya está completamente destrozada debido a la cantidad de manipulaciones que Walter lleva adelante. Pero, en sus últimos momentos, Mr. White, como Jesse solía decirle, logra encontrar algo de dignidad en sí mismo y le da la chance a Jesse de huir y comenzar una vida nueva. Esa ambigüedad acerca de su futuro es la que nos permite reencontarnos con él en un nuevo formato: no fue hace tanto que se anunció el regreso de Breaking Bad, pero esta vez en forma de película, con una historia que probablemente seguirá sus pasos.
Mientras esperamos más novedades sobre el film, le rendimos homenaje y recordamos algunos de sus mejores momentos. ¿Cuáles son los tuyos?