Black Sails fue una de esas joyitas ocultas que aparecen cada tanto en la televisión: una serie con no demasiada publicidad, comenzó en el año 2014 y finalizó, cuatro temporadas después, en el año 2017.
La serie, que contaba una historia que funcionaba como precuela de la popular novela de Robert Louis Stevenson, La Isla del Tesoro, no sólo es una producción espectacular, sino que presentó a muchos personajes entrañables que van a quedar en la memoria de todos.
Entre ellos, por supuesto, se encontraba Anne Bonny. Interpretada por Clara Paget, era la única pirata mujer en esos tiempos bien masculinos. Mano derecha de Rackham, uno de los piratas más inteligentes de la serie (aunque, tal vez, no el más valiente), dio sus primeros pasos bajo el mando del capitán Charles Vane.
Letal, silenciosa y ruda, Anne Bonny fue ganando terreno con el pasar de las temporadas.
La única capaz de aguantar a Jack y de defenderlo contra viento y marea, tuvo su momento de debilidad cuando se descubrió atraída hacia Max. Esta atracción, que en un principio vivió con culpa, fue hermosa de ver: no sólo por el descubrimiento de un personaje que vivía reprimido, sino también por la tolerancia que demostró su compañero Rackham.
A la larga, este trío, Anne, Jack y Max, se descubrirían como los más inteligentes, llevando la piratería a niveles que el salvajismo de otros personajes nunca pudo.
El personaje de Anne Bonny está basado en una pirata real, también conocida como Boon, de raíces irlandesas (tal vez de allí haya surgido la inspiración para su pelo rojo), reconocida como una de las dos únicas piratas mujeres de la historia.
En Black Sails, Anne Bonny era una suerte de Daenerys Targaryen: capaz de enfrentarse a cosas que los hombres no podían vencer porque, justamente, ella no era un hombre.
Decididamente, un personaje memorable que nos demostró, como tantos otros, que las mujeres fuertes llegaron a la pantalla chica para quedarse.
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