Personajes que extrañamos #19: Bedelia Du Maurier

Hannibal fue una de esas series que eran demasiado buenas para ser reales. Tanto así que, luego de tres escasas temporadas, la obra de Bryan Fuller basada en los libros de Thomas Harris, se vio cancelada. Para muchos de nosotros, sigue siendo una pérdida inestimable y continuamos extrañando sus personajes.

Entre ellos hubo uno que se destacó desde su primera aparición. Creada exclusivamente para la serie, Bedelia Du Maurier se presenta en la primera temporada como la psiquiatra de, nada más y nada menos, Hannibal Lecter. Como si eso no fuera lo suficientemente interesante, la actriz que la interpretó fue la siempre genial Gillian Anderson.

Con paso lento, pero firme, Bedelia parece ser la única, desde su primera aparición, que ve la verdadera cara de Hannibal. Si bien comienza expresándolo con sutilezas, ya en la primera temporada le sugiere al Dr. Lecter que se cuide de Will Graham, porque el FBI puede empezar a reconocer sus patrones. En pocas palabras, Bedelia advierte a Hannibal que no se descuide ante Will porque es el único que puede atraparlo.

Bedelia es la única que sabe cuán peligroso es Hannibal. Y es la única capaz de desentrañar los crímenes que el caníbal más famoso de la ficción va cometiendo.

Si bien intenta alejarse de él y ayudar, en cierto modo, a Will, cuando es acusado falsamente por los crímenes de Hannibal, ella termina siendo atraída a su lado y emprendiendo la fuga a con él.  

Luego de lidiar con Hannibal en Italia, Bedelia parece que va a poder escapar a su destino trágico. Nos hacen creer que Bedelia es una superviviente de Hannibal Lecter: se ha construido para sí una coartada inquebrantable, que además le asegura un futuro laboral, convirtiéndose en la especialista en Hannibal Lecter.

Sin embargo, Bedelia es la pieza final que hace de Hannibal esa obra maestra que, a pesar de haberse terminado muy pronto, nos dejó a todos aplaudiendo de pie: en una escena post créditos la vemos sentada a la mesa, con su propia pierna servida como plato principal y dos sillas vacías que esperan a sus comensales. 

¿Cómo no extrañar a un personaje que construyó una de las escenas más misteriosas y oscuras de la televisión de los últimos tiempos?