Los fans de Grey’s Anatomy somos de olvido difícil. Y esta sección de Personajes que extrañamos no estaría completa sin ella, sin la mejor amiga de Meredith Grey, sin Cristina Yang.
Oriunda de Beverly Hills, graduada del Smith College, con un doctorado en bioquímica de la Universidad de California, Berkeley, y, además, graduada entre los primeros de su clase en la Universidad de Stanford en medicina, Cristina Yang es sinónimo de excelencia. Su especialidad, como bien recordamos todos, es la cirugía cardiotorácica.
Es cierto, es cierto, la excelencia de Cristina siempre vino aparejada con una personalidad compleja: perfeccionista, competitiva, con severos problemas para expresar sus emociones y para comprender las de los demás, y todo lo que ustedes quieran. Pero desde sus primeros pasos como interna en el Grey Sloan Memorial casi que hizo buenas migas con Meredith y juntas atravesaron millones de dramas, alegrías, corazones rotos, etc.
Muchos consideran que Cristina bien podría ser un robot, pero en las diez temporadas que la disfrutamos en Grey’s Anatomy la vimos evolucionar mucho.
De hecho, a pesar de todas sus limitaciones emocionales, Cristina siempre fue un gran soporte para Meredith y, en la serie, ha dado algunos de los discursos más memorables del show. Y no sólo a Meredith, sino a todos los que pasaron por el Grey Sloan Memorial. ¿Recuerdan cuando aleccionó a Lexie en la temporada cuatro? “Ten algo de fuego. Sé imparable. Sé una fuerza de la naturaleza. Sé mejor que cualquiera aquí, y que no te importe lo que otros piensen.”
Un reflejo bastante claro de quién era Cristina Yang, ¿no creen? Si quieren leer más frases célebres de este increíble personaje, pueden pasarse por esta nota.
Además de ser “la persona” de Meredith, también vimos a Cristina crecer tanto hasta enamorarse. Primero, de Preston Burke, con quien estuvo al borde casarse. Sin embargo, él la dejó plantada en el altar. Sí, a pesar de todo lo que habían atravesado juntos: embarazo ectópico, disparo en el brazo, colaboración en las cirugías para encubrir el temblor de Burke… Bueno, también es cierto que Cristina se tomó bastante tiempo para darle el sí. Eran una pareja muy particular.
Luego de Preston llegó Owen, otro cirujano, quien tampoco era un sujeto fácil: el nuevo interés romántico de Cristina sufría de estrés post-traumático luego de su tiempo en Irak.
Con Owen, Cristina tuvo muchas idas y vueltas. Entre los problemas de él y las dificultades de ella para expresar emociones, eran una combinación explosiva. Además, por supuesto, estuvo Teddy Altman en el medio, y un embarazo que Cristina decidió no seguir adelante, por lo que, a pesar de haberse casado (en un rapto de espontaneidad, luego del incidente de Gary Clarke en el hospital), terminaron divorciándose.
Sin embargo, donde hubo fuego, cenizas quedan, y al poco tiempo tuvieron una nueva relación, basada más que nada en lo sexual, pero Cristina se vio obligada a dejar a Owen cuando comprendió que él deseaba ser padre y ella no.
Hay mucho para decir de Cristina Yang. Sin ella, Grey’s Anatomy no hubiera sido igual. No sólo fue un sinónimo de excelencia médica (y esto es lo que la llevó a emigrar a Suiza), también fue un pilar para el Grey Sloan Memorial y para sus compañeros, especialmente Meredith. Nunca dejaremos de extrañarla