Hubo un tiempo en el que el hawaiano Jason Momoa no era Aquaman. Era un personaje que, a pesar de no haber permanecido vivo mucho tiempo, de no hablar nuestro idioma y de tener unas costumbres un poco bárbaras, se ganó nuestro corazón. Jason Momoa era nuestro querido y extrañado Khal Drogo.
Confesémoslo, al principio, todos le temimos a Khal Drogo. Los Dothraki no son gente de muchas palabras, tienen un aspecto salvaje y son reconocidos por su ferocidad en el campo de batalla. Y Drogo no era sólo uno de ellos, era el gran Khal, uno de sus líderes, de hecho, uno de los más temidos.
Su cabellera, larga y trenzada, indicaba, según la costumbre de los Dothraki, que nunca había sido derrotado. De haberle sucedido, debería habérsela cortado.
Cuando Daenerys fue prometida como su esposa por Viserys, todos temimos por ella. Sin embargo, nuestra madre de dragones comenzó allí a demostrar porqué es una gran candidata para sentarse en el Trono de Hierro: supo adaptarse y, a pesar de no hablar el mismo lenguaje que su esposo, comenzar a ganarse su corazón. Tanto así que Drogo comenzó a llamarla “moon of my life“. De hecho, fue él quien le regaló los huevos petrificados de dragón, como presente de bodas.
El temperamento de Drogo no siempre fue fácil. De hecho, cuando Viserys intentó forzarlo para que lo ayudara a conquistar Westeros, Drogo terminó asesinándolo, volcando oro fundido sobre su cabeza.
Pero así y todo, Drogo y Daenerys eran felices. Comenzaron a aprender el lenguaje del otro, esperaban un hijo y ambos se convirtieron en mejores personas por el amor que sentían. Daenerys influyó en cambiar las costumbres más salvajes de los Dothraki, que solían arrasar con pueblos, secuestrar y violar mujeres.
Por supuesto, no fue fácil. Los Dothraki no aceptaban a esta esposa extranjera que, de repente, limitaba sus costumbres. Por eso, uno de ellos se enfrentó a Drogo, hiriéndolo muy levemente. Sin embargo, esa herida sería la que llevaría al esposo de Daenerys a la muerte.
Por permitir que una hechicera tratara la herida de su marido, Daenerys terminó perdiéndolo todo: a él, a Drogo, y al hijo que esperaban. Nuestro querido Khal quedó en estado vegetativo y fue ella misma quien tuvo que asesinarlo, asfixiándolo con una almohada.
En su desesperación, sin embargo, cuando eligió arrojarse al fuego en el que ardían los restos de su marido, su regalo de bodas y la hechicera que la traicionó (viva), Daenerys se convirtió en el mito: sobrevivió y dio a luz a sus tres dragones. Si no fuera por la muerte de Drogo, tal vez este personaje legendario no hubiera nacido.
Su amor fue tan profundo que, en la casa de los Undying, Daenerys alucinó con él. Con Drogo y con el pequeño hijo que esperaban.
A pesar de que Daenerys ahora cayó bajo el encanto de Jon Snow, Drogo siempre será su primer amor.
