Netflix lo volvió a hacer. La tercera temporada de Black Mirror aparece con el título de Netflix Original y la plataforma nos vuelve a asombrar con contenido de culto y no querer despegarnos de la pantalla.
En esta nueva temporada versión XXL tenemos el doble de episodios que en las pasadas dos temporadas. La serie de Charlie Brooker continúa con su cinismo, inteligencia y esa sensación de terror que nos queda luego de ver cada episodio frente a todo lo que indique tecnología.
En It’s Spoiler Time ya vimos la nueva temporada y te damos razones para que la veas (no te vas a arrepentir).
1 Elige tu propia aventura
La serie está hecha para ser disfrutada con el ritmo que cada quien decida: es fácil verla de una sola sentada aunque finalicemos bastante traumados, o decidir ir de a poco para que rinda mucho el contenido de la serie.
Al ser cada episodio su propio mundo sin una conexión primaria más que cuestionarnos cómo afecta la tecnología a nuestro alrededor, nuestras vidas e interacciones, se puede elegir mirar episodios con el orden establecido o al azar.
Si queremos nostalgia ochentosa, una bellísima historia de amor y un final hermoso, nada mejor que empezar por el episodio 4: San Junipero; si lo que buscamos es terror psicológico producto de videojuegos, nada mejor que empezar por el episodio 2: Playtest; si lo nuestro es un episodio que se sienta como una película -90 minutos de duración- y altamente influenciado por Twitter, te recomendamos iniciar por el episodio 6, el que cierra la temporada: Hated in the Nation.
Sí, Black Mirror es única por su relato abierto pero cerrado a la vez.
2 Actores reconocidos, actuaciones asombrosas
Caras familiares por todos lados: Bryce Dallas Howard protagonizando el episodio 1 de la temporada: Nosedive; Jerome Flynn (Bronn en Game of Thrones) es el co protagonista del segundo episodio: Shut up and dance; Mackenzie Davis (Cameron Howe / Cameron Rendon en Halt and catch fire) protagoniza el cuarto episodio: San Junipero.
Sugerimos que prestes mucha atención al segundo episodio y básicamente a la actuación de Alex Lawther (The Imitation Game) porque es claramente una de las actuaciones dramáticas más memorables de toda la serie y claramente todo el 2016.
3 La tecnología es asustante
Cada episodio está hecho para dejarte boquiabierto y asustado, realmente asustado. Ya sea que implique tecnología que todavía no tengamos a mano o situaciones familiares a nuestra actual sociedad, tipo calificar personas con nuestras redes sociales, situaciones de cyberbullying o el odio a través de hashtags, todo, absolutamente todo, está hecho para que cuando el episodio termine y quede la pantalla negra que da título a la serie te cuestiones sobre si realmente estamos encaminados a un mejor futuro o rumbo a nuestra propia perdición.
4 Te hace cuestionar toda tu existencia
Una serie que aún en su único episodio lindo y rosa tiene el componente de cuestionarnos fuertemente sobre nuestra vida y destino, es una serie que la tiene clara y tiene un mensaje principal concreto: la vida es compleja, todo es extraño, no hay nada cierto a nuestro alrededor.
La desesperanza, el terror y el cuestionamiento es lo que queda con cada episodio. ¿Estaremos preparados para todo esto? Mucha gente ha odiado el primer episodio porque se ven reflejados en su totalidad. Nosotros opinamos que debes ver ya la serie y empezar a llenarte de preguntas sobre tu propia vida.
5 Tecnología futurista muy acertada
La tercera temporada es una de las más acertadas a nivel tecnología; se nota mucho la presencia de Netflix ya que todo luce más reluciente y caro comparado a las anteriores temporadas.
Ejemplo claro de tecnología sacada de los cabellos pero muy real es el videojuego de terror que implica hacerte vivir una historia terrorífica usando tus propios recuerdos sin necesidad de tener un control o pantalla frente a tí. Si eso resulta espantoso, la idea de calificar cada persona con estrellitas según interacciones en social media nos pareció horrible, ya que si no cumples con cierta puntuación no puedes ingresar a ciertos edificios o recibir cierto tipo de servicio simple como alquilar un coche.
Si me preguntan, lo más terrorífico fue lo incluido en el último episodio: un macabro juego de hashtags que a manera de votación decidía a quién asesinar diariamente según el grado de disconformidad o indignación de las personas en Twitter.