13 Reasons Why estrenó hace casi un mes y todavía se la comenta. La producción original de Netflix, basada en el libro homónimo de Jay Asher, causó furor al instante y se transformó en uno de los fenómenos seriéfilos del año. Pero, como todo producto audiovisual que trata temáticas sensibles, 13 Reasons Why no puede escaparle a ciertas críticas u observaciones.
¿Por qué no todos están contentos con la serie?
Un poco de contexto argumental. Hannah Baker, adolescente de 17 años, se suicida. Pero antes de hacerlo, graba trece casetes y se los deja a sus compañeros de escuela con claras indicaciones de quiénes deben escucharlos, dónde y en qué orden. Y a partir de aquí, recomendamos que vean la serie antes de leer la nota o se sometan a ciertos spoilers.
Cada cinta grabada por Hannah tiene un destinatario particular: bienvenido a tu cinta, X, la catch phrase de la serie, por así decirlo. Y casete a casete, Hannah va construyendo la historia de su vida adolescente y dejando en claro los motivos por los que decidió quitarse la vida. La serie llega a su punto más alto cuando nos enteramos de que Hannah fue violada por Bryce, que antes había tenido sexo sin consentimiento con Jessica, una escena que nuestra protagonista vio de principio a fin. Y para peor, en la última cinta vemos cómo el adulto al que Hannah acude, el consultor escolar, no dice ni hace nada que pueda ayudarla, ni se preocupa demasiado por hacerlo. Hasta que vemos el suicidio de Hannah en pantalla, cuando se corta las muñecas en la bañera (aunque, en el libro, opta por tragarse un montón de pastillas).
Las escenas de violación y la del suicidio son explícitas. De todas formas, hay una placa antes de los capítulos que indican que algunas imágenes podrían herir la sensibilidad del público. Y aquí empieza la dicotomía: ¿está bien mostrar las cosas de esta manera?
Expertos dicen que no, por un fenómeno conocido como “contagio suicida”. La National Association of School Psychologists (NASP) de Estados Unidos sacó un comunicado que advierte a los padres que la “juventud vulnerable” no debería ver la serie: Es una historia poderosa que podría llevar a un público impresionable a idealizar las decisiones de los personajes y/o a desarrollar fantasías de venganza. Fácilmente se podrían identificar con algunas experiencias retratadas y reconocer los efectos intencionales y no intencionales sobre el personaje central.
Por otro lado, la NASP dijo que 13 Reasons Why conviene en que no hay solo una causa precisa de suicidio y escribe en el comunicado: Investigaciones muestran que la exposición gráfica del suicidio o de otras formas de muerte pueden ser uno de los muchos factores de riesgo con el que la juventud que lucha con problemas de salud mental se puede encontrar, llevando a contemplar la idea de matarse ellos mismos.
Ya se conocen casos en Estados Unidos en el que las escuelas también advierten sobre el contenido sensible de 13 Reasons Why. Ejemplos son una de las escuelas públicas de Montclair, Nueva Jersey y por lo menos cuatro escuelas de Maryland. En la Newton Public School de Newtonville, Massachussetts, se les envió un comunicado a los padres que dice: Al ser una comunidad que sintió de cerca el impacto trágico del suicidio joven, estamos particularmente preocupados por el contenido de esta serie. Los temas a tratar son extraordinariamente desafiantes y podrían resultar difíciles de procesar de forma apropiada y saludable para algunos estudiantes.
Estas son sólo algunas de las instituciones que demostraron preocupación. De cualquier forma, Nic Sheff, guionista de la serie (y persona que no es ajena al tema, dado que él tuvo una tentativa suicida), no dudó en salir a defender 13 Reasons Why: Estoy muy orgulloso de lo que logramos con la primera temporada. La serie causó un impacto que jamás hubiera imaginado. Sin embargo, estuve leyendo algunos posteos sobre asociaciones de prevención suicida que demuestran preocupación por la decisión que tomamos de mostrar el suicidio en pantalla. En otras palabras, pensaron que hubiera sido mejor dejar la muerte de la protagonista para la imaginación de cada uno (…) Cuando discutimos sobre cómo mostrar el suicidio de la protagonista de 13 Reasons Why, claro que mi cabeza fue directo a mi propia experiencia. Me pareció la oportunidad perfecta para mostrar cómo se ve un suicidio real, hacer que la audiencia se enfrentara a la realidad. Para mi, lo más irresponsable que podríamos haber hecho es no mostrar la escena.
