El final de la cuarta temporada de Orange Is The New Black nos dejó a todos en un estado de shock permanente impidiendo que podamos ver imÁgenes de Samira Wiley quien interpretaba a Poussey Washington ya que nuestra cara se transforma y empezamos ¡¡¡no, no puede haber muerto!!!
¿Por qué Poussey tenía que morir?
Todos sufrimos con ese momento, pero también podemos apreciar que este fue el catalizador para lo que se vendrá a partir de ahora en Litchfield. La pasada fue, hasta el momento, la temporada más oscura y sombría de todas. Si bien no ha perdido ese humor negro característico la historia toma más riesgos.
Muchas de las reclusas se han ensuciado las manos, como Alex junto a Frieda y Red asesinando al sicario de Kubra, las latinas encabezadas por Ruiz con el tráfico de drogas, el aislamiento de Sophia y ahora los guardias con la muerte de Poussey. Esto hace que la línea que separa la ficción de la realidad haya quedado borrosa.
Cada paso que dan y cada nueva problemática gira en torno a los rasgos de la sociedad, algo que Jenji Kohan ha utilizado mucho ya que sus personajes fueron el vehículo para contar historias oportunas.
Poussey murió mientras luchaba por respirar, evocando de esta manera acontecimientos trágicos de la vida real como lo fue la muerte en 2014 de Eric Garner en Staten Island (New York) a manos de la brutalidad policial. Mismo Poussey con su pedido de que la suelten porque no podía respirar, fue como el del joven que gritaba antes de morir No puedo respirar, me asfixio. Pero no solamente mostró esa cara de la brutalidad e inoperancia policial, sino también la falla burocrática de las empresas que manejan el sistema carcelario como mismo del Estado. El episodio final mostró cómo la prisión encubrió su muerte después de dejar su cuerpo sin tocar en el piso del comedor durante un día entero, donde hasta Caputo demoró en avisarle a la propia familia de la reclusa sobre la situación.
Pero no fue la única referencia a la vida real: los personajes en duelo evocaron el movimiento Black Lives Matter (La vida de los negros importan) y, además, por esta gran injusticia con Poussey comenzaron motín en toda la prisión, quedando en la posición de son ellos o nosotras.
Muchos se preguntaran: ¿Por qué ella que era tan querida?. Por lo mismo que venimos analizando: el utilizar a un personaje querido y más el de Washington que no tenía nadie que la odiaría ni que generará conflicto con otras reclusas es donde cae el mayor impacto de todo. Es utilizar, por decir alguna manera, una metáfora del fin de la inocencia, de lo naif para poder centrarse en la realidad. La crudeza de la realidad, donde la violencia está ya no latente sino corporizada. Donde la oscuridad llegó a Litchfield y se instaló obligando a cada reclusa no sólo a protegerse sino a sobrevivir.
Comenzó la guerra en Litchfield donde cada vez irá virando a las leyes básicas de las supervivencia.
Los trece capítulos pero fundamentalmente los últimos tres se centran en cómo las reclusas buscan algo más vital, la necesidad de sentirse humano. En cada uno de los conflictos que se desataron se pudo observar cómo los guardias iban quitando todo, la dignidad de la vida y ahora hasta la dignidad de la muerte.
Esto lleva que, además de nosotros sufrir como unos condenados, pueda desatarse lo que comenzó en este final de temporada. Un motín donde las mujeres de Litchfield se unen para darle batalla al poder opresor, aquél que no sólo las vigila y que debería protegerlas mientras cumplen su condena, sino aquél que ya les quita hasta la posibilidad de respirar.
Pero esperen… Nosotros los fans no somos los únicos que sufrimos con esto. Las actrices también opinaron al respecto en una entrevista brindada a The Hollywood Reporter (THR).
Sentí el corazón roto. No creo que ninguno de nosotros estuviera preparado para filmar. Hemos compartido mucho con este personaje durante un par de temporadas, así que no estábamos fingiendo.
Es muy reciente y todos estamos todavía en una especie de shock, se sintió totalmente real para mí.
Lloré [cuando leí el guión] y realmente lloré en el último episodio. Aquél específico momento cuando ella está sola por su cuenta.
El equipo de grabación estaba llorando.
Además, tampoco fuimos los únicos en sorprendernos con la muerte de Poussey: parte del elenco también se enteró al momento de las grabaciones. Muchos no tenían idea de lo que venía hasta que tuvieron en sus manos el guión del penúltimo episodio.
Sobre este punto Blair Brown quien se incorporó este año como Judy King comentó a THR:
Es fácil determinar el día en que se repartieron los guiones. Puedes ver las caras de la gente y saber quiénes ya han leído el guión y quiénes aún no. Al igual que en la historia de Litchfield, existen realmente profundas amistades que se han hecho; y la idea de que Samira nos dejará era de por sí muy duro en la gente, y luego tener que representar su muerte fue horrible. Simplemente horrible.
Pero también las actrices hablaron de cómo sabían que esto era necesario para la historia. Por ejemplo Natasha Lyonne, que al fin volvió esta temporada con nuestra gran Nicky, comentó que todo el elenco sabía que Kohan necesitaba sacrificar un personaje muy querido para que el mensaje tenga el mayor impacto. Era necesario para poder girar bruscamente hacia lo que se viene. En la entrevista que brindó a The Hollywood Reporter también agregó:
El festival de llantos, un angustioso y paralizante detrás de escena, por saber que estábamos rodando los últimos días de Samira, era como estar guardando vigilia por nuestra persona favorita. Samira no es sólo uno de los favoritos de los espectadores, ella es nuestro favorita.
También se centró en el intento de la creadora en utilizar la serie para poder mostrar más de la cruda realidad carcelaria y de los constantes abusos policiales, problemática no solamente estadounidense.
Pareciera que cada semana hay otro espectáculo de horror con una noticia que es devastadora, así que creo que pudimos comprender por qué era tan importante que sea el personaje más querido, sabiendo que esto es un completamente honesto y hasta generoso reflejo de lo que está pasando en el mundo en general. Es una cosa importante lo que los escritores eligieron hacer esta temporada.
Por eso sostenemos que a pesar de lo doloroso que fue la pérdida de este personaje fue un hecho que sirvió como punto de inflexión para la serie y adelantar la intensidad que ha de venir en la quinta temporada, el tipo de violencia y la necesidad despiadada de sobrevivir. La temporada terminó con todos los bandos juntos en un motín y donde Dayanara quedó apuntando con un arma a algunos de los nuevos guardias de la prisión.
A raíz de esto algunas de las actrices también se atrevieron en la entrevista de THR a realizar un adelanto de lo que vendrá:
Es un destino atractivo. Realmente ocurre, estamos lidiando con eso y vamos a ver las secuelas. Para Jenji nada es tabú. Ella va por ese lado, esa es la historia que quería contar. Creemos plenamente en ella. No nos va a dirigir erróneamente.
Definitivamente creo que el impacto de su muerte , de la misma manera que Sophia jugaron un papel muy importante en la recaída de Nicky , más allá de que lo lleguemos a ver o no, definitivamente creo que tendrá un impacto real en todas dentro de la prisión y por supuesto, Nicky entre ellas.
