¿Por qué debes ver la espectacular secuela de Karate Kid?
En Hollywood se ha vuelto una costumbre tomar franquicias del pasado y realizar una remake, un spin-off o cualquier cosa relacionada, pero el problema es que la mayoría de ellas pierden la esencia del contenido original en esta nueva versión. Bueno, eso en Cobra Kai no sucede.
Karate Kid debutó en 1984 y luego tuvimos unas cuentas secuelas, e incluso se realizó un reboot en 2010 con Jaden Smith y Jackie Chan. No obstante, ninguna de ellas alcanzó el nivel de la primera. Podríamos decir que la segunda película fue la que más se acercó. Cobra Kai, no obstante, toma lo mejor de la franquicia y le agrega elementos de la actualidad para que se sienta un producto fresco y no algo recalentado.
Cobra Kai tiene la ventaja de contar con los dos personajes principales de la franquicia, Daniel Larusso y Johnny Lawrence, con sus actores originales, Ralph Macchio y William Zabka. Eso nos hace sentir conectados con la franquicia, ya estamos familiarizados con ellos y todo es más fácil de entender. Pero el show le agrega una perspectiva que no habíamos visto antes.
¿Qué pasaría si Johnny no era ese villano malvado que todos creíamos? (Sí, ya sabemos, esto ya se ha visto…) Más allá de tener a Larusso, la serie se centra en el viaje de su némesis, quien nunca ha podido superar su derrota en el torneo de karate y su vida ahora es un desastre. Mientras que la de Daniel es la soñada. Pasamos del contraste entre el chico más popular vs el poco conocido, al hombre que la tiene que pelear de abajo con pocos recursos vs el que tiene todo servido.
Este duelo de personalidades también lo tenemos en los y las nuevas estrellas: Samantha, Miguel, Robby, Eli, Demetri y Tory. Ellos son la parte adolescente que descubren al karate como su deporte favorito y a partir de romances, traiciones y amistades, comienzan una rivalidad que termina muy mal.
Este enfrentamiento entre los personajes principales se traslada a sus hijos y sus protegidos, pero todo se complica cuando comienzan a tener un romance. Luego de años estando separados, las vidas de Daniel y Johnny vuelven a conectarse de alguna manera. Esto de introducir nuevos personajes en el medio de los viejos le da una dinámica muy interesante al programa, ya que realmente se siente que estamos viendo una historia nueva, y le aporta un nuevo mátiz a las personas que ya conocíamos.
Cobra Kai tiene su parte de nostalgia, apelando a flashbacks, lugares, referencias, personajes y conflictos de la primera película, pero no se queda sólo en eso, este aspecto es sólo una porción menor en la secuela. Todo gira alrededor de Zabka y Macchio, quienes logran captar (otra vez) la esencia de los personajes, pero las nuevas caras adolescentes son las que brillan. Tenemos el drama de los padres, y la acción de los chicos; y ambas historias son fenomenales.
Uno puede enamorarse de Johnny Lawrence mientras intenta mejorar su vida, reabrir el dojo y encontrar un amor, pero también puede odiarlo por ser medio imbécil y vivir en el pasado. Puede encariñarse con el perfecto Daniel, su famillia y su buena voluntad, pero también descubrimos que nos puede caer mal por su egoísmo y su intento de ser moralmente superior constantemente. El ying y el yang constante, desde Karate Kid hasta hoy.
Puede que Cobra Kai no haya tenido la exposición que merecía en YouTube, pero sin dudas vale la pena que la veas cuando arribe en Netflix el 28 de agosto.