Como sabrán los entusiastas de la TV, hay algo glorioso sobre el momento exacto en que un programa tiene tanto impulso detrás de él que consume tu vida y te obliga a atracones de capítulos: verlos hasta altas horas de la madrugada. La Casa de Papel es un ejemplo muy claro de lo que estamos hablando.
La serie sensación del momento significó, para muchos, y sobre todo para el público estadounidense, esa rara joya escondida, increíblemente adictiva y bien escrita.
Si bien la sentimos fresca, La Casa de Papel no se aleja mucho de la estructura total de una de las series emblema desde que el boom de los historias para la pantalla chica: Prison Break.
En este artículo construiremos puentes entre una y otra serie demostrando por qué el suceso español llegó para quedarse.
1 Narración adictiva
La Casa de Papel tiene tres momentos clave que se juntan para que la serie sea adictiva: una historia planteada desde el comienzo, constantes y lógicos cliffhangers luego de cada episodio y, por supuesto, un final que rompe estructuras.
O sea, tanto como Prison Break, La Casa de Papel nos va llevando a la lógica del final, pero no nos damos cuenta, lo sentimos demasiado cercano: no tirado de los pelos, lejos de grandes golpes y sí con perfectamente estructuradas micro sorpresas que nos piden más atención, más minutos por ver.
2 La articulación de los personajes
Lo que realmente diferencia a este espectáculo de otros espectáculos de atraco es la escritura: cada personaje se siente como si estuviera completamente formado y el show es excelente para difuminar las líneas entre las personas a las que quiere enraizar.
En un momento, es posible que tengas un personaje favorito en mente, pero al final del episodio, eso explota por completo. También ayuda que, al igual que la mayoría de los proyectos que involucran a nueve personas como mínimo, las tensiones van a emerger y el espectáculo es excelente para examinar las crecientes grietas y fricciones en esta banda de ladrones.
A cada personaje se le da una historia de fondo completa y las interpretaciones nunca van a la deriva en los reinos de la caricatura, grandes elogios dados los clichés de robos y las fórmulas en las que todos estamos bien versados.
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3 La belleza ante todo
Este punto en parte está unido al anterior. Tanto Prison Break como La Casa de Papel tienen ese plus que toda producción, aunque suene descabellado e idiota, debe tener para poder triunfar: personajes con físicos bellos. ¿O acaso no has escuchado, mínimo 50 veces, cómo prenden los motores las apariciones de Tokio , Río o hasta Berlín? Sí, seamos serios y honestos: los tres personajes tienen ese no-sé-qué que mueve el piso de muchos.
Recuerda ahora a Prison Break… Michael, Lincoln, Sara, Sucre… ¡Sí que generaron suspiros, eh!
4 Lo extraño en un lado se convierte tendencia en otro
Tal vez la razón más rara de las que nombramos por ser hablantes de español, pero totalmente cierta si vemos todo el espectro de consumidores: el público norteamericano no suele tener buena relación con lo que es extraño a sí mismo. Y por eso La Casa de Papel picó en punta: la producción está muy bien lograda y los televidentes de Estados Unidos se quedaron pasmados. Ante esto, lo que vemos que está sucediendo es una internacionalización de la calidad hollywoodense, como si ahora no solo lo salido del país del norte es lo de alta calidad.
¿Y cómo unimos esto con Prison Break? Simple: como ya mencionamos, la historia de los hermanos presos fue una pata fundamental para el crecimiento del fenómeno de las series, y por lo tanto extraño en cuanto a las narraciones y la calidad de shows a los que estábamos acostumbrados.
Siempre debe haber, para que una serie sea más valorada, un cierto porcentaje de sorpresa o revolución, ¿o no?
Si alguien quiere ver una serie que proporciona una sensación nostálgica a Narcos pero es más un tipo de drama criminal a lo Prison Break. Le recomiendo encarecidamente que vea La Casa de Papel conocida como Money Heist, en Netflix, es absolutamente sorprendente.
— K-D penyu, usuario estadounidense de Twitter.
Sin embargo, debemos unir algo más de lo que pusimos en el subtítulo: la tendencia. El público de Estados Unidos se vio tan maravillado ante la producción española que contagió, de alguna manera, al resto de los televidentes. Retroalimentación, o como se dice en la jerga de los negocios, el dinero atrae al dinero.
Sumado a esto podemos hablar que Netflix se hizo de la reproducción de La Casa de Papel, siendo que hoy día el streaming está en las nubes, como estuvo en su momento cúlmine FOX al transmitir Prison Break…
5 Robin Hood a la española: el drama del ladrón con el que se empatiza
Esto aplica no solo a Prison Break y La Casa de Papel. Por nombrar, Breaking Bad, SOA, Narcos, The Sopranos, The Wire y cientos de etcéteras: desde tiempos inmemoriales, y desde diferentes artes y hasta en la realidad, los que se rebelan frente la ley generaron, generan y generarán un romanticismo con el público que siempre fue una fórmula letal para que una producción triunfe.
No hay mucho más que agregar, ¿cierto?