La primera temporada nos sorprendió gratamente y te contamos por qué
Hace un par de semanas terminó Prodigal Son, la serie protagonizada por el exalumno de The Walking Dead, Tom Payne, y la estrella de Good Omens, Michael Sheen, y debo decir que me sorprendió gratamente a pesar de que no es una producción de alguna plataforma streaming (al ser de FOX tiene bastantes episodios, 20).
Para comenzar, en esta primera temporada pasaron muchas cosas, desde un imitador de El Cirujano hasta un villano mayor que nadie esperaba, a quien vimos en el último episodio, en el cual además descubrimos que Malcolm, a pesar de sus traumas de la infancia y temperamento, se parece más a su fuerte madre, Jessica, que a su sádico y manipulador padre.
Por otro lado, Ainsley demostró que aunque no convivió tanto con su padre como Malcolm (o eso creemos), ya tenía dentro de ella el gen asesino y decidió poner primero a su familia antes que todo, aunque eso significara matar a sangre fría a Nicholas Endicott.
Por supuesto, el impactante asesinato que la vimos cometer en el final de temporada, se venía cocinando desde los primeros episodios. Ella a diferencia de su hermano, es más calculadora, fría, inteligente e insensible justo como su padre. Solo basta con recordar aquella escena dentro del Hospital Psiquiátrico Claremont, donde decidió que seguiría grabando la entrevista con su padre mientras éste ayudaba a su novio, quien había sido herido por otro de los pacientes del lugar.
La temporada en sí tuvo sus episodios flojos y otros emocionantes, pero lo que destaco es la interacción y dinámicas de los personajes. Así como el desarrollo del personaje de Malcolm y la buena actuación de Payne, quien le entrega más profundidad al de por sí perturbado protagonista con sus expresiones y nos hace empatizar y preocuparnos por él en todo momento, incluso si a veces dudamos de su inocencia.
La dupla entre los personajes Payne y Sheen es en definitiva el punto fuerte de la serie y su relación, en un nivel más familiar, nos recuerda a la de Will Graham y Hannibal Lecter de la serie Hannibal. Sobre todo porque hay una relación de poder, donde el mayor pretende manipular al menor para que sea como el primero, un asesino que disfruta de matar.
La historia, si bien puede sonar cliché dentro del género procedimental y de asesinos seriales, logra impactarnos con algunos giros bien elaborados gracias a la buena construcción, conexión y capas de su mundo.
Además, se puede empatizar y tomarle cariño al resto de personajes, desde el protector y figura paterna para Malcolm, Gil Arroyo, hasta la carismática médico forense Edrisa Tanaka, quien siempre está atenta de Malcolm.
En resumen, aunque Prodigal Son aún no puede colocarse en los pedestales junto a series como Hannibalo Killing Eve, definitivamente vale la pena por sus personajes e intrigas. Y con ese final, quiero ver como ustedes, qué tan lejos es capaz de llegar la menor de la familia Whitly. ¿Será la nueva asesina del espectáculo?