Les tengo una noticia: Jamie Foxx es Dios. El trabajo del actor volvió a elevar una película que tiene algunas falencias en su trama y en su guión para convertirla en una cinta entretenida, carismática y llena de acción. Pero no estuvo solo: con la ayuda de Joseph Gordon-Levitt y, especialmente, de Dominique Fishback, Netflix nos entregó una muy buena historia de personas con superpoderes, tomando algunas premisas conocidas de otros títulos del género y dándole una vuelta de tuerca. Sí, hablamos de Project Power (Proyecto Power), cinta codirigida por Henry Joost y Ariel Schulman y basada en un guión de Mattson Tomlin.
Project Power cuenta la historia de la invención de una nueva píldora misteriosa que desbloquea un superpoder único durante cinco minutos. El problema con esta droga que se hizo famosa en New Orleans es que no sabes qué poder obtendrás hasta que la tomes: mientras que algunos desarrollan piel a prueba de balas, invisibilidad o superfuerza, otros explotan al instante o tienen otro tipo de reacción mortal. No obstante, debido sus efectos extraordinarios, muchos la usan para delinquir, por lo que termina aumentando el crimen en la ciudad a niveles peligrosos. Los encargados de detener la propagación nacional de la píldora Power son: Frank (Gordon-Levitt), un policía local decidido a terminar con los narcotraficantes, pero que usa la droga para atrapar delincuentes; Robin (Fishback), una adolescente vendedora de drogas que necesita el dinero para pagar los medicamentos de su madre; y Arthur (Foxx), un ex soldado alimentado por una vendetta secreta que hará cualquier cosa con tal de rastrear y detener al grupo responsable de crear y distribuir el narcótico.
La película toma un poco de la premisa de The Boys, otro de X-Men, Lethal Weapon y The Punisher para crear una cinta divertida y llena de acción. Jamie Foxx es el actor perfecto para el personaje principal, interpretando a un hombre intenso, vengativo, violento y que pide perdón antes que permiso. Al mismo tiempo, también puede ser alguien vulnerable, gracioso, noble y cariñoso. El carisma de Foxx es suficiente para que nos rindamos a los pies de Arthur, como sucede con cada uno de los papeles que hace el actor.
No obstante, más allá de la lógica brillantez de Jamie, podríamos decir que la verdadera estrella es Dominique Fishback, la joven que hasta ahora no había tenido ningún papel importante, pero este podría ser un personaje bisagra en su carrera. Robin no solo es carismática y querible, también logra tener la inocencia de una chica pero ser valiente y temeraria al mismo tiempo. El hecho que sea una estudiante de un barrio popular que necesita dinero para llegar a fin de mes y mantener a su familia hace que la sintamos cerca; podría ser cualquier prima o amiga nuestra. Además, nos muestran a su madre y algunos de sus compañeros, por lo que llegamos a conocerla más que al resto.
En un mundo que está repleto de producciones basadas en superpoderes, Project Power nos entrega un título dinámico, rápido, lleno de violencia y acción, que cuenta con dotes fantásticos, pero solo por un determinado tiempo. Es decir, una película de superhéroes, pero sin superhéroes.
Pero...
Si destacamos tanto las actuaciones de Foxx y Fishback, con un acompañamiento estelar de Gordon-Levitt, es porque ellos logran que no notemos tanto las falencias en el guión, el cual a veces se siente chato; ah, y la trama, la cual podría ser explotada mucho más. La idea de este mundo de narcotraficantes, superhéroes y supervillanos es muy buena, pero no termina de alcanzar su potencial; pareciera como si se hubiesen guardado material para una posible secuela que ni siquiera sabemos si sucederá.
Otro de los inconvenientes es el antagonista, básicamente porque no hay ninguno visible. Las películas de este género funcionan mejor cuando tenemos a un villano a derrotar y no a una organización malvada con un líder poco claro. Nos falta ese elemento.
Por último, el hecho que Robin sea rapera y tenga como su sueño ser cantante es genial, pero si el personaje principal tiene este rasgo e incluso canta en algunas escenas, el soundtrack debería contener mucho más rap.
En resumen
Project Power es una historia de superhéroes diferente a las que estamos acostumbrados. Se lleva a cabo mayormente en un barrio popular y no tiene ninguna máquina nuclear que amenaza con destruir el planeta. Es una buena mezcla entre el género policial y el fantástico que nos da una película bien dirigida, con buenas coreografías de acción, una pizca de humor debido al carisma de los protagonistas y pequeños momentos brutalmente violentos.
La premisa de tener una droga que da dotes fantásticos por un tiempo limitado es genial, y el elenco con el que cuentan es súper talentoso, pero nos falta conocer un poco más la historia del trío principal y usar los superpoderes para algo más que robar un banco. Quizás si llegan a hacer una secuela puedan desbloquear el verdadero potencial de este proyecto.
🙂