Llegó el momento de contar, o más bien describir, al primer Dios de la era moderna, uno que, a su vez, es del bando contrario del Mr. Wednesday. Se trata de un joven malhumorado y bastante soberbio: con ustedes Technical Boy.
Aunque en la serie nos encontramos con un joven delgado y bello, en la novela de Neil Gaiman lo describe como todo lo contrario, como un muchacho fuera de estado y todo granuliento… en definitiva, polos demasiado opuestos.
A diferencia de los dioses provenientes de cultos, mitos o creencias, el autor del libro da a entender que la gente de ahora adora a su modo nuevas cosas, cosas efímeras que van más allá de la fe, como si fuera que la sociedad en cierto modo necesita ser esclava o adicta a algo. En este caso este pseudo Dios es alguien relacionado a Internet, algo así como la deidad residente de todas las cosas digitales que día a día vamos consumiendo y llevando a, casi, una necesidad no requerida más que a una utilidad.
Él no pierde su tiempo. No pierde su energía. Parte de eso se debe a que, literalmente, piensa rápido sobre cualquier cosa a su alrededor, por lo que para él desperdiciar un milisegundo como hablar con un ser humano es perder; sin embargo, muchos ciclos contemplan una realidad diferente, dice Bruce Langley quien interpreta a este muchacho.