Este es nuestro ranking de los episodios de la quinta temporada

Peaky Blinders volvió a subir la vara una vez más y nos entregó una de sus mejores temporadas hasta la fecha. Más allá de algún que otro altibajo en los episodios, vale la pena destacar el excelente trabajo de filmación en todos ellos y particularmente en algunas escenas puntuales que describiremos más adelante. 

Así quedó nuestro ranking de la temporada 5.

Nota: MUCHOS spoilers delante.

Si bien tenemos un par de momentos destacados, el primer capítulo solo sirve como base para lo que está por venir. Nada sustancial sucede.

Aquí nos empezamos a dar cuenta del estado mental en el que se encuentra Tommy, se nos presenta a Mosley, nos dicen qué papel va a jugar Younger y nos recuerdan el estado en el que se encuentra la familia.

Los 2 momentos destacados son: cuando la caída de Wall Street golpea a la familia Shelby y la conversación entre Tommy y el periodista en su despacho. Realmente alucinante.

Luego de todo lo que pasa en el segundo episodio, la serie vuelve a bajar un poco la intensidad para poner cada pieza en su lugar de cara a lo que viene.

Aquí hay 3 escenas espectaculares que valen la mención y es por ellas que el episodio se eleva. La primera es la introducción con Poly y Tom amenazando a las monjas como si estuviesen hablando con un mafioso cualquiera. Está filmado de forma extraordinaria y sirve para ver cuán poderoso son los Shelby.

La otra es la conversación entre Mosley, Tommy, Arthur y Michael donde finalmente se nos presenta al primero como “el diablo”. Hasta ahora habíamos visto poco de él, pero ya nos hacíamos una idea de cómo era. Este momento funciona para ver cuán poderoso, arrogante y peligroso es. Insultando a los tres Shelby como si fuese cosa de todos los días.

Por último, una de las mejores escenas de la temporada: la pelea de Arthur con el amigo de Linda. Ver al mayor de los Shelby desfigurar a un hombre es algo a lo que estamos acostumbrados, pero está filmado de manera fabulosa y eso hace que una pelea común se transforme en una obra maestra.

Arthur desencajado hablando de Dios y el diablo mientras tortura a un hombre, con la luz de la ventana permitiendo que solo veamos las siluetas… Excelente.

Aquí hacemos un viaje más profundo hacia la psiquis de Tommy. Básicamente todo el episodio se centra en él, lo que pasa a su alrededor y cómo maneja todo. No hay mucho más espacio para el resto de las historias: todo se trata del negocio de Tom con Chang, la tregua con McCavern y sus intercambios llenos de tensión y sus conversaciones con Mosley y Ada.

El capítulo avanza lento hasta los últimos 15 minutos donde vamos a la fiesta de cumpleaños de Lizzie y todo comienza a tomar velocidad: está la tensión entre ellos y Mosley, el plan de Michel y Gina, el romance entre Poly y Aberama y la estupenda escena final con la llegada de Linda borracha, armada y llena de ira.

Pero más allá de todo eso, la joya del episodio está en el intercambio entre Lizzie y Mosley, donde ella lo pone en su lugar de la forma más elegante y brutal posible, sin siquiera levantar la voz. Es la primera vez que alguien acomoda a este nazi inescrupuloso y precisamente lo hace ella, por eso es tan brillante

Aquí es donde se dispara todo. Luego de un comienzo un tanto lento, el segundo episodio arranca con una escena repleta de suspenso y tensión, haciendo un uso excelente del paisaje y del terreno con el que cuenta la mansión Shelby.

Luego que Tommy y su hijo corran en un campo minado, pasamos al secuestro de Michael, su vuelta a Birmingham y su encuentro con su familia donde el aire se podía cortar con una navaja

Hasta la mitad del capítulo todo está a punto de suceder, pero al final nada ocurre. Sin embargo eso se corta con la muerte de Bonnie a manos de los Billy Boys. Todos creímos que era solo una amenaza, pero no. La serie de inmediato nos dice que este grupo fascista es algo muy distinto a lo que los Peaky Blinders han enfrentado, y por eso decidieron hacer una escena dolorosa y difícil de ver para el espectador.

Para finalizar, tenemos la llegada de un Aberama desencajado, Lizzie atacando a Tommy por primera vez y el líder de los Peaky Blinders tratando de tener todo bajo control.

Como suele suceder en todas las series, el penúltimo episodio está tan cargado de cosas como el final de temporada. Salvo que aquí el último le ganó por poco.

En The Shock seguimos en la fiesta luego que aparezca Linda, por lo cual el comienzo tiene una intensidad muy alta que parece bajar al día siguiente cuando ella y Mosley abandonan la mansión. Pero ahí tenemos una de las escenas más desgarradoras de la temporada: el asesinato de Younger.

Teniendo en cuenta que durante los 4 episodios anteriores todas las escenas estaban cargadas de este clima en donde cualquier cosa podía suceder en cualquier momento, la escena donde Ben sube a su auto solo con sonido ambiente de fondo nos puso en el borde de nuestro asiento al instante. Su asesinato, y la muerte del niño que estaba jugando a la pelota en la calle hacen que la mente de Tommy se quiebre, poniéndolo al borde del suicidio y jugando la última carta de su mazo para obtener tranquilidad.

Otra cosa que también vale la pena destacar es la escena de Arthur en el territorio de Chang: luz roja alrededor, lugar oscuro, música de rock de fondo y él enfrentándose a toda una pandilla por sí solo. Espectacular de vuelta.

El final de temporada obtiene el primer puesto por estar cargadísimo de sorpresas y giros inesperados, algo que, en las series modernas suele estar en el penúltimo episodio para después obtener el desenlace en el último y dejar algunas cosas en el aire para lo que viene.

Aquí tenemos todo eso en 60 minutos: la vuelta de Tom Hardy, el plan de Michael y Gina, la charla con Churchill y la revelación del papel de Billy en la historia, son elementos que hacen que nosotros nunca perdamos interés en lo que está pasando. Jamás podemos sacar la vista de la pantalla, ni para mirar el celular.

Otra vez, como en toda la temporada, se destaca el excelente uso del ambiente, la fotografía y las escenas repletas de tensión. Por ejemplo, el asesinato del bartender está filmado de manera fabulosa y funciona para ver el estado mental en el que se encuentran los hermanos Shelby. Y si tenemos en cuenta que justo antes de eso vimos a Michael querer tomar la corona de Tommy, se transforman en 20 minutos imperdibles.

Para terminar, tenemos el discurso fascista de Mosley donde se utilizan todos los trucos posibles para que lo veamos como Hitler: el atril altísimo, la forma de dirigirse al público, la iluminación centrada en su figura y la cámara siempre en un plano contrapicado. Y mientras eso sucede, alrededor vemos al plan de Tommy cayéndose a pedazos y a él volviéndose loco.

Maravilloso final de temporada.